COLOSENSES 3:9,10 (RVA’15)
No se mientan los unos a los otros; porque se han despojado del viejo hombre con sus prácticas y se han vestido del nuevo, el cual se renueva para un pleno conocimiento conforme a la imagen de aquel que lo creó.
♥ Del viejo hombre y la vieja naturaleza pecaminosa, solo es posible despojarse a través del nuevo nacimiento. (Leer Colosenses 3:8-17)
¡¡¡Cuando la Palabra de Dios habla de ese viejo hombre, la orden que siempre da es de “matarlo”; no le da tregua ni deja ninguna esperanza para que viva con nosotros!!!
Realmente es indispensable que las obras de arte deterioradas por el tiempo sean restauradas, lo cual por supuesto demanda una experticia muy avanzada por parte de los artistas que realizan estos trabajos. No obstante, aunque algunos de estos esfuerzos han preservado con destreza la obra original de los artistas, en ciertos casos farsantes o mediocres han dañado la labor de genios, como, por ejemplo, estatuas griegas antiguas y, al menos, dos pinturas de Leonardo da Vinci.
Con respecto a este principio, en el pasaje que estudiamos hoy, el apóstol Pablo describió un proceso de restauración imposible en el mundo del arte: la restauración del pueblo de Dios. Este proceso de restauración no es un intento de renovar la obra de un artista fallecido, es una restauración espiritual realizada por el Dios vivo, quien nos creó y nos dio nueva vida en su Hijo Jesucristo. Su gracia nos permite ver con mayor claridad su propósito para nosotros. Así que no tema, el lienzo de nuestra vida está en las habilidosas manos de nuestro Señor Jesucristo, quien sabe bien para qué fuimos diseñados. No importa cuán sucios o dañados estemos a causa del pecado, siempre hay esperanza para una transformación, una restauración completa a través del nuevo nacimiento. Y es que el “Maestro Artista” está vivo y obrando en nosotros.
♥ Permita que Dios restaure y transforme las partes de su vida que requieren de su mano experta, propóngase realmente creer en esa posibilidad y en la realidad del nuevo nacimiento que Él le propone.
CONFESIÓN DE FE:
NO SEGUIRÉ VIVIENDO CON MI VIEJO HOMBRE; MÁS BIEN, PERMITIRÉ MI TRANSFORMACIÓN A TRAVÉS DEL NUEVO NACIMIENTO, Y POR LA RENOVACIÓN DE MI ENTENDIMIENTO, ASÍ ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO DE QUE PODRÉ CONOCER Y VIVIR DE ACUERDO CON LA VOLUNTAD DE DIOS PARA MI VIDA, LA CUAL SÉ QUE ES BUENA, AGRADABLE Y PERFECTA.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El HaNeeman, Dios Fiel y Confiable (Deuteronomio 7:9). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, Dios en el cual puedo confiar sin lugar a duda o a equivocarme, pues sé que todo lo que dices es verdadero y lo que haces es 100% confiable. Estoy plenamente convencido de que tus planes para mi contemplan la restauración total de mi vida en todas las áreas: material, física, económica, moral y principalmente la espiritual, por medio de mi nuevo nacimiento. Así que hoy clamo a Ti, para que me ayudes a ser perseverante y constante en la oración y el estudio de la Palabra, pues yo quiero ser testigo de tu poderosa mano actuando en consecuencia, ya que estoy plenamente confiado en que Tú quieres lo mejor para mí. Gracias mi amado Señor Jesús porque empezaste la obra en mí y me has prometido tu fidelidad para completarla; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!