JUAN 16:23-33 Ese día, no necesitarán pedirme nada. Les digo la verdad, le pedirán directamente al Padre, y ÉL les concederá la petición, porque piden en mi Nombre. No lo han hecho antes. Pidan en mi Nombre y recibirán y tendrán alegría en abundancia. He hablado de estos asuntos en lenguaje figurativo, pero pronto dejaré de hablar en sentido figurado y les contaré acerca del Padre con toda claridad. Ese día pedirán en mi Nombre. No digo que pediré al Padre de parte de ustedes, ya que el Padre mismo los ama profundamente, porque ustedes me aman a mí y han creído que vine de Dios. Es cierto, vine del Padre al mundo y ahora dejaré el mundo y volveré al Padre.
Entonces sus discípulos dijeron:
- Por fin hablas con claridad y no en sentido figurado. Ahora entendemos que sabes todas las cosas y que no es necesario que nadie te pregunte nada. Por eso creemos que viniste de Dios.
- ¿Por fin creen? preguntó Jesús. Pero se acerca el tiempo, de hecho, ya ha llegado, cuando ustedes serán dispersados, cada uno se irá por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque Yo he vencido al mundo. (NTV)
♥ Del poder de orar en el Nombre del Señor Jesús.
♥ ¿Recuerda la enseñanza que el Señor Jesús dio la noche antes de su muerte?
Él dijo a sus seguidores:
- “…el Padre les dará todo lo que pidan en mi Nombre” (Juan 15:16B NTV).
♥ Orar en el nombre de Cristo declara que tenemos:
- ASOCIACIÓN CON EL SALVADOR.
La relación con el Señor nos permite acercarnos al Padre. Antes éramos extraños, pero en el momento de la salvación nos convertimos en hijos de Dios por medio de la obra redentora de Cristo (Efesios 2:19). El Espíritu Santo que habita en nosotros demuestra que pertenecemos al Padre, quien escucha las peticiones de sus hijos.
- ACCESO AL PADRE.
La muerte del Señor Jesucristo abrió un camino directo y sin barreras a la Presencia del Padre. Cuando el Salvador se ofreció como el sacrificio sacerdotal (Hebreos 7:26-28), el velo del templo que separaba el “Lugar Santísimo” del hombre, fue rasgado en dos (Marcos 15:38). En ese momento, el acceso a Dios se hizo disponible para todos los que creen. A través del Espíritu Santo, podemos hablar con Dios sin un intermediario (Efesios 2:18).
¡¡¡Gracias al Poderoso Nombre de nuestro Señor Jesús,
podemos acceder a la Presencia de nuestro Padre Celestial,
demos gracias por el privilegio de la oración en Su Poderoso Nombre!!!
CONFESIÓN DE FE:
ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO DE QUE, SI ORO SIEMPRE EN EL NOMBRE DE JESÚS, ENTONCES SU PODER SE PONDRÁ EN ACCIÓN Y PODRÉ ESTAR SEGURO DE LA RESPUESTA A LA ORACIÓN. ESA ES LA GARANTÍA QUE ÉL ME DA.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Emet, el Dios de la Verdad (Salmo 31:6). Mi amado Dios y Señor Jesús, Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida; Tú, El Todopoderoso eres la fuente última de la realidad y sé que todo lo que se relaciona contigo es verdad y es real. Por eso puedo estar seguro de que la garantía de orar en tu Poderoso Nombre, Jesús, se da por el mismo hecho de hacerlo con convicción y al comprometerme con tu voluntad, para acogerme al plan que tu determines y, finalmente, depender de Ti siempre, en todo lugar y circunstancia. Gracias Padre Celestial por darnos el Nombre Poderoso de Jesús como garantía de la oración respondida, por eso hoy levanto esta oración en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!