1 CORINTIOS 15:20-23 Pero en realidad Cristo ha resucitado y fue el primero de todos los que serán resucitados de la muerte. Así como la muerte llegó a la humanidad por medio de un hombre, también por medio de un hombre llega la resurrección. Así como Adán trajo la muerte a todos, Cristo nos traerá vida a todos nosotros. Pero todos deben ser resucitados en cierto orden. Primero fue Cristo y luego, cuando Cristo regrese, serán resucitados también los que pertenecen a Él. (BLPH)
♥ Seremos resucitados por Cristo, porque Él ha resucitado.
¡El Señor Jesús vive! Fue resucitado de los muertos y mora en el Cielo, intercediendo por nosotros y preparando un Hogar Celestial eterno para los que en Él creemos.
Porque Él resucitó, podemos tener la confianza de que:
- Nuestros pecados han sido perdonados.
Jesús vino a este mundo para dar su vida en rescate por muchos (Mateo 20:28). Por su muerte en la cruz, la deuda por nuestros pecados ha sido pagada por completo. Somos un pueblo perdonado. (Colosenses 1:14)
- El Señor está activamente involucrado en nuestras vidas.
Jesús hizo muchas promesas a sus seguidores de todas las generaciones. Prometió que los que permanecen en Él y hacen su voluntad, darán mucho fruto para el Reino de Dios, gozarán de bendiciones espirituales y tendrán la guía del Espíritu Santo, quien mora en nosotros y siempre está presente. (Mateo 5:1-12; Juan 15:5).
- Nuestras oraciones son escuchadas.
Jesús habló varias veces sobre el poder de la oración para los que creen; por eso, tenemos la seguridad de que nuestras peticiones serán escuchadas y respondidas. Si nuestras súplicas están de acuerdo con la voluntad del Señor, recibiremos lo que hayamos pedido. (1 Juan 5:14,15).
- Tenemos un hogar celestial eterno.
Jesús prometió que prepararía un lugar para nosotros en el Cielo y que volvería un día para llevarnos a nuestro hogar eterno. Luego viviremos con Él para siempre. Podemos enfrentar cada día confiados por conocer esta verdad. (Juan 14:1-3)
♥ Gracias a que el Señor ha hecho todo esto por nosotros, debemos serle fieles y leales.
¡¡¡El Señor Jesús Vive!!!
Él merece nuestra lealtad inquebrantable
Su vida y sus palabras deben servir de marco para nuestra visión del mundo,
vencer el temor y la incertidumbre de la muerte, y estar seguros de nuestro futuro eterno al lado de Él en la Gloria de Dios Padre, el Cielo. Entonces podemos decir:
¡¡¡Sorbida es la muerte en Victoria!!!
(1 Corintios 15:54)
CONFESIÓN DE FE:
DEBEMOS MANTENERNOS FIRMES Y HONRAR A NUESTRO SALVADOR RESUCITADO, SIGUIÉNDOLE DE TODO CORAZÓN (1 CORINTIOS 15:58), PUES FUE QUIEN VENCIÓ A LA MUERTE POR NOSOTROS.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Olam, Dios Eterno (Génesis 21:33). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, nuestro Supremo Redentor (Tito 2:14), el Resucitado eres Tú. Gracias quiero darte hoy, infinitas gracias, por tan grande beneficio que proveíste para nosotros, los que en Ti creemos y en Ti confiamos, al resucitar de los muertos y levantarnos a nosotros de la muerte espiritual en que nos encontrábamos, y en un futuro también de la física, y además darnos la seguridad de una vida eterna al lado tuyo, después de perdonar nuestros pecados, mostrar verdadero interés por nuestras vidas, escuchar nuestro clamor y prepararnos morada eterna en el Cielo al lado de nuestro Padre Celestial. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo por tu resurrección y, de tu mano, la nuestra, estaré siempre firme a tu lado, esperando y amando tu segunda venida; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!