HEBREOS 11:17-19 Fue por la fe que Abraham ofreció a Isaac en sacrificio cuando Dios lo puso a prueba. Abraham, quien había recibido las promesas de Dios, estuvo dispuesto a sacrificar a su único hijo, Isaac, aun cuando Dios le había dicho: “Isaac es el hijo mediante el cual procederán tus descendientes”. Abraham llegó a la conclusión de que si Isaac moría, Dios tenía el poder para volverlo a la vida; y en cierto sentido, Abraham recibió de vuelta a su hijo de entre los muertos. (NTV)
♥ Dando pequeños pasos de fe, podemos adquirir una gran fe, una fe perfecta.
Algunas personas me dicen: “Me gustaría tener una gran fe”. Aunque a la mayoría de nosotros nos gustaría que Dios depositara esa clase de fe en nuestro corazón, esa no es la manera como Él actúa. La fe aumenta como resultado de nuestra obediencia en las cosas pequeñas.
Todos nos maravillamos de la disposición de Abraham de ofrecer a Isaac por mandato del Señor, pero…
✓ ¿Alguna vez se ha detenido a pensar en todos sus pequeños pasos de sumisión que prepararon el camino para esta prueba tan grande?
A lo largo de su vida, Abraham obedeció a Dios:
✓ Por orden del Señor dejó su patria (Génesis 12:1-4).
✓ Fue circuncidado (Génesis 17:10 y 26).
✓ Engendró a Isaac en su vejez (Génesis 21:1-3).
✓ Envió lejos a su hijo Ismael (Génesis 21:9-14).
Entonces en el momento que se le pidió que ofreciera a Isaac como un sacrificio, él ya sabía que Dios sería siempre fiel a sus promesas. Su pasada relación con Dios y sus experiencias anteriores lo habían enseñado a confiar en Él.
De la misma manera, cada pequeño paso de obediencia que damos solidifica nuestra confianza en Dios. Después, cuando Él nos desafíe con una tarea más difícil, un firme fundamento de seguridad nos capacitará para confiar en el Señor y obedecerle.
¡¡¡Los grandes actos de fe fluyen de nuestra pasada relación con el Señor!!!
Al desatender sus sencillas órdenes perdemos oportunidades invaluables
de ser testigos de su fidelidad
♥ ¿Le es difícil confiar en Dios?
Tal vez sea porque usted ha ignorado esas “pequeñas” e “insignificantes” indicaciones del Espíritu Santo. La fe grande y la fe perfecta comienzan con pasos de fe pequeños.
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE EL SEÑOR CONSIDERA IMPORTANTE CADA UNO DE SUS PRECEPTOS, Y PROMETE PREMIAR CADA ACTO DE OBEDIENCIA MÍO, NO IMPORTA SU TAMAÑO. COMENZARÉ CON PASOS DE FE PEQUEÑOS PARA ADQUIRIR UNA FE PERFECTA.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El HaNeeman, Dios Fiel y Fidedigno (Deuteronomio 7:9). Mi Señor Jesús, Dios y Rey nuestro, sé que todo lo que Tú, el Todopoderoso, dices y hace es 100% confiable, entonces eres completamente confiable. Hoy vengo en acción de gracias reconociendo que Tú eres verdaderamente Dios, y Dios fiel, quien cumple su pacto por mil generaciones y derrama su amor inagotable sobre los que te amamos y obedecemos. Hoy quiero también comenzar a dar pequeños pasos de fe para de esta manera estar preparado para los grandes retos que me impondrás, con el propósito de adquirir una gran fe, una fe perfecta, y salvar cualquier problema, obstáculo o tribulación que se atraviese en mi camino. Gracias, mi amado Señor y Salvador Jesucristo por modelarme una fe y una obediencia sin límites; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!