¡EL REGALO!

SANTIAGO 1:16-18 Así que no se dejen engañar, mis amados hermanos. Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo que desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos. Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento. Él, por su propia voluntad, nos hizo nacer de nuevo por medio de la Palabra de Verdad que nos dio y, de toda la creación, nosotros llegamos a ser su valiosa posesión. (NTV)

En esta Navidad, dispongamos nuestro corazón para recibir ¡El Regalo!; el mejor de todos los que nos puedan dar en esta época de celebración y compartir.

Nuestro Padre Celestial nos colma de muchos buenos regalos, pero el que los supera a todos es su Hijo, Jesús (Juan 3:16).

¡¡¡El Eterno Creador de todas las cosas se revistió de humanidad

para venir al mundo como un bebé, y aunque

Él parecía insignificante para el mundo, Él era, es y será, el mejor,

el más necesario y provechoso regalo que hayamos recibido!!!

El pecado ha arruinado a la humanidad, dejándonos bajo la ira de Dios y en una condición desesperada. Necesitamos el perdón de los pecados, la liberación del juicio Divino y la

eliminación de nuestra culpa. El Señor Jesús vino a hacer todo esto por aquellos de nosotros que lo recibimos por medio de la fe, los que en Él creemos y en Él confiamos. Pero el regalo de Dios, de su Hijo no termina ahí. Cuando confiamos en Cristo para salvación, nos convertimos en los hijos amados del Padre, que recibiremos una gloriosa herencia en el Cielo. Y, mientras tanto, Él provee todo lo que necesitamos acá en la Tierra, para la vida y la piedad.

¿Ha recibido usted por fe el regalo del Hijo de Dios? o

¿Lo ha mantenido como un bebé en el pesebre, para ser recordado solo en Navidad?

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE AL PONER MI FE EN EL SEÑOR JESUCRISTO HOY, DISFRUTARÉ DE LAS EXTRAORDINARIAS BENDICIONES QUE SOLO SE ENCUENTRAN EN ÉL, PUES ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO DE QUE ÉL ES ¡EL REGALO! EL MEJOR Y MÁS PROVECHOSO QUE PUEDA RECIBIR EN ESTA NAVIDAD.

ORACIÓN:

Dios y Señor Nuestro, Elohim Yishi, Dios de nuestra Salvación (Isaías 12:2). Mi amado Padre Santo, Dios Todopoderoso y Misericordioso, yo sé que la salvación está en una persona, en tu amado Hijo Jesús, no en un sistema de creencias o de buenas obras, y también sé que la naturaleza y voluntad tuyas son salvar lo que se había perdido. Es por eso por lo que creo que la salvación debe ser personal, y Tú mi amado Señor Jesucristo debes ser el Dios de mi salvación. Gracias quiero darte hoy especialmente, Padre Celestial, por ese don inefable, el regalo más grande, más bueno, más excelente y más provechoso que pueda recibir en esta Navidad, el nacimiento de tu amado hijo Jesucristo en el pesebre de mi corazón, y por la seguridad de que el propósito por el cual nació es también el de la redención de nosotros, los que en Ti creemos y en Ti confiamos. Gracias, mi amado Señor y Salvador Jesucristo por ser el más grande y provechoso regalo navideño que pueda recibir ¡El Regalo! He orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

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