ROMANOS 12:1-3 Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que Él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a Él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. Basado en el privilegio y la autoridad que Dios me ha dado, le advierto a cada uno de ustedes lo siguiente: ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado. (NTV)
♥️ De los instrumentos y medios que Dios utiliza para que crezcamos en la vida cristiana y moldearnos a su imagen y semejanza.
La bondad de Dios para con nosotros la demuestra el hecho de que Él no nos deja en la condición que estábamos antes de venir a la fe, pues nos ama como somos, pero se niega a dejarnos como estamos; pues qué triste sería si todavía pensáramos, sintiéramos y actuáramos de la misma manera que lo hacíamos antes de recibir a Cristo como nuestro Salvador y Señor.
Es por eso por lo que, a lo largo de nuestra vida, Dios Padre usa sus mejores instrumentos y medios para moldearnos a la imagen de su Hijo; veamos los principales:
- La Oración. Al tener un diálogo abierto y constante con el Señor, desarrollamos una relación con Él. No solo se convierte en nuestro Salvador, sino también en nuestro Señor y amigo, lo que nos hará desear pasar más tiempo con Él. Apartar tiempo para la oración se convertirá en un placer, no en una obligación.
- La Palabra. Usted no puede crecer en su vida cristiana si mantiene cerrada la Biblia durante toda la semana. Nadie vive con una sola comida a la semana, pero muchos creyentes tratan de subsistir consumiendo únicamente la Palabra servida el domingo por su pastor. ¿Cómo podemos esperar que la verdad de Dios haga su trabajo de transformación, si nunca le permitimos entrar en nuestra mente y corazón?
- La Iglesia. Cristo utiliza su cuerpo de creyentes y su iglesia local, como un medio y lugar para la transformación. Allí es donde, mediante el contacto de unos con otros, suavizamos asperezas de nuestro carácter y donde se incrementa la fe que viene por el oír la Palabra (Romanos 10:17). La Iglesia local es un lugar de instrucción, de restauración, de transparencia y de aliento; de discipulado.
En nuestra cultura abundan las presiones que influencian nuestra conducta, debemos tener cuidado y dejarnos moldear por Dios a través de sus instrumentos y medios.
¡¡¡Al seguir el modelo de crecimiento del Señor Jesús, entenderemos que
los instrumentos y medios que Él usa trabajan perfectamente en conjunto,
para que lleguemos a Su estatura y Su plenitud, a ser más semejantes a Él!!!
♥️ ¿Está usted dejando que el Señor utilice sus instrumentos y medios en su vida?
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE SOLO CUANDO DELIBERADAMENTE APARTO TIEMPO PARA DIOS, SU PALABRA, SU IGLESIA Y SU PUEBLO, PUEDE CRISTO HACER SU OBRA DE TRANSFORMACIÓN Y MOLDEO PARA EL CRECIMIENTO EN MI VIDA, ASÍ QUE PERMITIRÉ QUE UTILICE SUS INSTRUMENTOS Y MEDIOS PARA LOGRARLO.
ORACIÓN:
Dios y Padre Nuestro, Elohim Kol Basar, Dios de toda carne (Jeremías 32:27). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, ya que Tú, El Todopoderoso, nos has creado a todos los seres sobre la tierra y demandas que nos conformemos a tus planes para nosotros, hoy vengo a tu Presencia totalmente dispuesto para esto, y quiero aprovechar todos los instrumentos y medios que utilizas en mi transformación y moldeo para el crecimiento en todas las áreas de mi vida: alma, cuerpo y espíritu. Por eso me acerco en oración, teniendo atenta cuenta de tu Palabra e instrucción, congregándome y discipulándome como Tú lo exiges, pues sé que estos harán de mí la persona que originalmente creaste, llegando a la semejanza, la estatura y la plenitud de mi Señor Jesucristo. Gracias, mi amado Dios y Señor por tu mano poderosa actuando permanentemente en mi vida; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!
Pr. Juan Manuel Lamus O.