LUCAS 6:31-33… 36 “Traten a los demás como les gustaría que ellos los trataran a ustedes. Si solo aman a quienes los aman a ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores aman a quienes los aman a ellos! Y si solo hacen bien a los que son buenos con ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores hacen eso!… Deben ser compasivos, así como su Padre es compasivo.” (NTV)
♥ De cómo lidiar con relaciones complicadas, entendiendo que el complique en ellas puede comenzar por uno mismo.
Lidiar con gente complicada siempre es un problema, especialmente si la persona complicada es uno mismo. Las relaciones personales no son difíciles, pero se vuelven complicadas cuando no aplicamos la “Regla de Oro” de Jesús:
¡¡¡“Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”!!!
“Regla de Oro” de Jesús (Vs.31):
☝🏼 “Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”.
☝🏼 “No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”.
☝🏼 “Trata a los demás como a ellos les gustaría que los trataras”.
Todos los días nos estamos relacionando con personas, quienes pueden ser nuestra pareja, nuestra familia, autoridades, amistades, compañeros, clientes, discípulos, hermanos de la iglesia, etc., y es probable que con algunos nos llevemos muy bien, sin embargo, con otros se nos hace cuesta arriba desarrollar una relación y esto puede costarnos un fracaso, pudiera ser emocional, físico, espiritual o financiero.
🤷🏻 Entonces la pregunta es: ¿Cómo podemos mejorar?
El primer paso para tener una relación exitosa es “ser el mejor”, y tratar a los demás como a mí me gustaría ser tratado. Esto no es solamente para obtener un beneficio de la otra persona, es para mi propio beneficio. Por ejemplo, las relaciones en el servicio a los demás. Diversos problemas atacan a los servidores y muchas veces no se resuelven por causa del egoísmo, donde ninguno quiere dar su brazo a torcer y piensan que cada uno tiene la razón. Buscan ganar cuando lo ideal es que ganen todos. Para lograr eso debes tratar a los demás como te gustaría que te trataran a ti.
☝🏼 ¿Estoy tratando a mi pareja, mis compañeros de trabajo, de ministerio, amigos, hermanos, socios, discípulos, hijos, etc., como a mí me gustaría que me trataran?
Si hacemos trampas, realizamos cosas indebidas en el trabajo, no valoramos las relaciones ni las amistades y lo que buscamos es nuestro provecho personal, nos estamos engañando a nosotros mismos. No pienses que te estás saliendo con la tuya. Existe la ley de la siembra y la cosecha que dice: “Cosechamos lo que sembramos, y mucho más de lo que sembramos”. Así que debo también preguntarme:
☝🏼 ¿Qué estoy sembrando en esta relación?
Porque si estoy sembrando amor, voy a cosechar amor. Pero, si estoy sembrando engaños voy a cosechar engaños. Si siembro semillas de rectitud cosecharé paz, integridad, relaciones benéficas de gran calidad y de valor permanente. Todos queremos relaciones saludables, relaciones que nos hagan crecer, relaciones donde podamos sentirnos amados, y para lograrlo debemos proponernos nunca tomar ventaja de la relación, eso sería manipulación y sólo te estás engañando al final. Recuerda el gran mandamiento dado por Dios “ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39). El punto es que no tienes ventajas sobre los demás, no estás solo y para vivir necesitas de buenas relaciones.
♥ Todos los éxitos en la vida son el resultado de iniciar relaciones con la gente correcta y luego fortalecer esas relaciones con buenas destrezas relacionales.
CONFESIÓN DE FE:
PROCURARÉ VIVIR BAJO LA REGLA DE ORO, TRATAR A LOS DEMÁS COMO ME GUSTARÍA QUE ME TRATARAN A MÍ, O MEJOR AÚN, COMO A ELLOS LES GUSTARÍA SER TRATADOS, ESTO ME LLEVARÁ SEGURAMENTE A SER PRODUCTIVO EN MI SERVICIO Y CORRECTO EN MIS RELACIONES.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Elohim Chasdi, Dios de mi Amabilidad (Salmo 51:18). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, sé que Tú eres Amable y trabajas para hacernos amables, por eso hoy te pido, ayúdame a vencer mi orgullo y el egoísmo de manera que pueda establecer buenas relaciones interpersonales y en todas las áreas de mi vida, con el fin de lograr armonía, ser productivo en mi servicio y alcanzar la felicidad relativa que esto me pueda brindar. Gracias Padre Santo y Poderoso, gracias Espíritu Santo por redargüirme y brindarme dirección, paz y consuelo en el trato con los demás; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!