1 CORINTIOS 3:10-13 (NTV) Por la gracia que Dios me dio, yo eché los cimientos como un experto en construcción. Ahora otros edifican encima; pero cualquiera que edifique sobre este fundamento tiene que tener mucho cuidado. Pues nadie puede poner un fundamento distinto del que ya tenemos, que es Jesucristo. El que edifique sobre este fundamento podrá usar una variedad de materiales: oro, plata, joyas, madera, heno o paja; pero el día del juicio, el fuego revelará la clase de obra que cada constructor ha hecho. El fuego mostrará si la obra de alguien tiene algún valor.
♥ De la importancia de edificar nuestra vida sobre los fundamentos sólidos de las doctrinas cristianas, de manera que sea una vida realmente alineada a los preceptos de Dios, y ejemplar para nuestros semejantes, y en consecuencia, abundantemente bendecida por Él.
☝🏼 Historia de la vida real:
Herón II, rey de Siracusa, pidió un día a su pariente Arquímedes, (físico, ingeniero, inventor, astrónomo, filósofo y matemático griego, de quien aunque se conocen pocos detalles de su vida, es considerado uno de los científicos más importantes de la antigüedad; vivió aproximadamente entre 287 a.C. – 212 a.C.), que comprobara si una corona que había encargado a un orfebre local era realmente de oro puro. El rey le pidió también de forma expresa que no dañase la corona. Arquímedes dio vueltas y vueltas al problema sin saber cómo atacarlo, hasta que un día, al meterse en la bañera para darse un baño, se le ocurrió la solución. Pensó que el agua que se desbordaba tenía que ser igual al volumen de su cuerpo que estaba sumergido. Si medía el agua que rebosaba al meter la corona, conocería el volumen de esta y a continuación podría compararlo con el volumen de un objeto de oro del mismo peso que la corona. Si los volúmenes no fuesen iguales, sería una prueba de que la corona no era de oro puro.
A consecuencia de la excitación que le produjo su descubrimiento, Arquímedes salió del baño y fue corriendo desnudo como estaba hacia el palacio gritando: “¡Lo encontré! ¡Lo encontré!” (Del Griego Eureka). La palabra griega “¡Eureka!” utilizada por Arquímedes, ha quedado desde entonces como una expresión que indica la realización de un gran descubrimiento. Al llevar a la práctica lo descubierto por Arquímedes, se comprobó que la corona tenía un volumen mayor que un objeto de oro de su mismo peso, pues contenía plata que es un metal menos denso que el oro.
☝🏼 La enseñanza de esta maravillosa historia, es que debemos tener en cuenta que:
¡¡¡No todo lo que brilla es oro!!!
Hay cosas y vidas que parecen resplandecientes y muchos alrededor pueden estar engañados; sin embargo, la calidad de las cosas o las personas siempre pueden ser evaluadas, porque de una u otra manera su esencia misma será revelada
♥ Mi deseo para hoy, es que podamos edificar y vivir una vida de tal calidad y excelencia, viviendo en Dios y para Dios, que cuando alguien nos vea, pueda decir como Arquímedes: ¡Eureka! ¡Eureka! ¡La encontré! ¡La encontré!
CONFESIÓN DE FE:
PROCURARÉ VIVIR DE LA MANO DE DIOS Y SUS PRECEPTOS, Y SEGUIR EDIFICANDO MI VIDA SOBRE LA ROCA FUERTE, JESUCRISTO, COMO FUNDAMENTO PARA PODER REFLEJAR EL CARÁCTER NUEVO Y REAL QUE ÉL MISMO HA FORJADO EN MÍ.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Sali, Dios de mi Roca (Salmo 62:7). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores, la Roca Fuerte eres Tú. Hoy quiero darte gracias por la nueva vida que me has dado y el proceso de la obra que habrás de terminar con cada uno de los que te amamos y seguimos, pues estoy seguro de que nos harás brillar más que el oro, y éste será un motivo para que las personas con las que convivimos quieran tener lo mismo, un Dios vivo, real que trabaja por cada uno de sus hijos de manera especial, y puedan decir ¡Eureka! ¡Lo encontré!, y con el propósito de que podamos vivir una vida de calidad y excelencia. Gracias mi Señor Jesús; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!