INMUTABLE

MALAQUÍAS 3:6,7 (NTV) “Porque Yo, el Señor, no cambio; por eso ustedes, oh hijos de Jacob, no han sido consumidos. Desde los días de sus padres se han apartado de Mis estatutos y no los han guardado. Vuelvan a Mí y Yo volveré a ustedes”, dice el Señor de los ejércitos. “Pero dicen: ‘¿Cómo hemos de volver?’”.

De la inmutabilidad de Dios, virtud que lo hace, como dicen por ahí, de una sola pieza, pues Él nunca cambia.

Muchas cosas cambian cada día, cambia el clima, cambian los amigos, cambia la familia, cambian las esperanzas y los sentimientos. Lo que ayer parecía duradero, hoy ya parece débil. Cambian los sistemas y cambian los gobiernos. Cuando vemos todos esos cambios y vemos cambios en nosotros mismos, tendemos a preocuparnos, porque en lo profundo de nuestro ser no quisiéramos que nada ni nadie cambiara. Pero todo cambia. ¿Todo? No, gracias a Dios que no todo cambia.

Hay alguien quien jamás cambia, Dios no cambia, Él es el mismo ayer, hoy, y por los siglos de los siglos; siempre ha sido, es y seguirá siendo Dios Todopoderoso

¡¡¡Absoluta seguridad nos da eso, saber que Dios nunca cambia!!!

Cuando las cosas cambian, los corazones se estremecen. Cada vez que informan en el trabajo que cambiarán al jefe, la gente se pregunta si ese cambio los afectará, y generalmente piensan que lo hará de manera negativa. Cuando cambian los profesores o los gobernantes, el pueblo y los estudiantes se preguntan ¿y ahora qué?

Pero una muy buena noticia para todos es, que Dios no cambia:

  1. En primer lugar debemos entender que Él es el único y no hay otro, de manera que nunca recibiremos una noticia que Dios fue cambiado por otro
  2. Y en segundo lugar, además de que Él es el único, nunca recibiremos la noticia que Él ha cambiado de parecer.

Y esto debido a que, como lo vemos en el pasaje que estudiamos hoy, Él nunca cambia, Él es inmutable y por ello dice que no hemos sido consumidos.

Qué gran lección aprendo del Padre Celestial, la lección de inmutabilidad, lo que me transmite confiabilidad y seguridad.

CONFESIÓN DE FE:

MIENTRAS EL MUNDO A MI ALREDEDOR CAMBIA Y YO MISMO CAMBIO, LEVANTO MI CARA AL CIELO Y MARCHO FIRME DICIENDO: “YO SÉ QUE MI DIOS NO CAMBIA, ÉL ES INMUTABLE, Y EN ESA VIRTUD HALLO UNA CONFIANZA QUE VA MÁS ALLÁ DE MIS EXPECTATIVAS POR LO CUAL ME SIENTO TOTALMENTE SEGURO EN ÉL.

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová El Olam, el Dios Eterno (Génesis 21:33). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, sé que Tú, has hecho el tiempo, la eternidad y el universo, y no tienes ni principio ni fin. Quiero darte gracias porque en este día me recuerdas que Tú no cambias, cuán pronto soy para olvidar esta verdad. Ayer cosas nuevas y hoy ya son viejas y el mundo me ofrece nuevas ideas y nuevos movimientos, pero mi corazón reposa confiado, porque Tú eres el mismo ayer, hoy y por los siglos. Los historiadores nos dicen que aun la iglesia cambia de siglo en siglo y los conceptos morales cambian, pero tu Palabra me dice que Tú jamás cambias. Tu amor sigue brillando para nosotros al igual que al principio y sé que brillará con la misma intensidad mañana. Hoy te agradezco Padre Celestial, porque inclusive el Cielo y la Tierra pasarán pero Tú no cambiarás. Agradecido estoy por tu inmutabilidad mi amado Señor y Salvador Jesucristo; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

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