EFESIOS 1:15-23 (NTV)
Desde que me enteré de su profunda fe en el Señor Jesús y del amor que tienen por el pueblo de Dios en todas partes, no he dejado de dar gracias a Dios por ustedes. Los recuerdo constantemente en mis oraciones y le pido a Dios, el glorioso Padre de nuestro Señor Jesucristo, que les dé sabiduría espiritual y percepción, para que crezcan en el conocimiento de Dios. Pido que les inunde de luz el corazón, para que puedan entender la esperanza segura que Él ha dado a los que llamó, es decir, su pueblo santo, quienes son su rica y gloriosa herencia. También pido en oración que entiendan la increíble grandeza del poder de Dios para nosotros, los que creemos en Él. Es el mismo gran poder que levantó a Cristo de los muertos y lo sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios, en los lugares celestiales. Ahora Cristo está muy por encima de todo, sean gobernantes o autoridades o poderes o dominios o cualquier otra cosa, no solo en este mundo sino también en el mundo que vendrá. Dios ha puesto todo bajo la autoridad de Cristo, a quien hizo cabeza de todas las cosas para beneficio de la iglesia. Y la iglesia es el Cuerpo de Cristo; Él la completa y la llena, y también es quien da plenitud a todas las cosas en todas partes con su presencia.
¡¡¡La esperanza no se puede fabricar, por eso Jesús nos trae la Esperanza Verdadera; sin embargo, la historia de nuestra fe puede incluir algunos pintorescos días soleados en el mar de Galilea, pero tiene una Cruz en su fundamento!!!
¿Qué ocurre cuando aceptamos los límites de nuestras fuerzas?
Una verdad dura, de esas que nos hacen estremecer, quizá no sea la mejor manera de comenzar un devocional navideño, pero acompáñame mientras te lo explico: la esperanza requiere mucho trabajo.
Sí, Jesús nos trae la esperanza verdadera, pero como muchos aspectos de la fe cristiana, vivir con esperanza no siempre es fácil.
La historia de nuestra fe puede incluir algunos pintorescos días soleados en el mar de Galilea, pero tiene una cruz en su fundamento.
Si somos sinceros, sabemos que el camino no va a ser fácil, así que digiramos juntos algunas verdades que nos pueden nutrir y ayudar a construir esta cosa llamada esperanza en esta temporada navideña.
En todo Efesios 1, lee el capítulo, Pablo le escribe a la Iglesia sobre la realidad de la esperanza y cómo esta no está ligada a nada que la Iglesia pueda lograr por sí misma.
Esto ofrece cierto alivio: no se trata de lo que nosotros podemos hacer.
No, la esperanza entra en escena cuando la Iglesia deja de intentar conseguirla por sí misma y deposita su esperanza en el poder de Cristo y en su autoridad sobre todas las cosas.
Parece sencillo “dejar todo en manos de Dios”, pero piénsalo dos veces.
Intenta recordar la última vez que tuviste que dejar de intentar hacer las cosas por ti mismo y permitir que alguien las hiciera por ti: tus proyectos de trabajo, la crianza de tus hijos o incluso tu propio ministerio.
✗ Este nivel de confianza y liberación de control puede sentirse casi imposible.
✗ Nos encanta decir que ponemos nuestra esperanza en Jesús, pero es mucho más fácil poner nuestra esperanza en nuestras propias habilidades y capacidades.
Es por eso que la esperanza requiere trabajo, porque cuesta trabajo soltar el control.
¡¡¡Darnos cuenta de los límites de nuestras propias fuerzas, nos ayuda a confiar en que Jesús es el autor de la esperanza en nuestra vida!!!
En el versículo 19 del pasaje de Efesios que estudiamos hoy, el apóstol Pablo habla de la incomparable grandeza del Poder de Dios.
En cómico contraste, me despierto cada mañana en mi cuerpo de 65 años y camino medio cojeando y traqueando (jejeje). Dormir es ahora aparentemente un deporte de contacto, y cuando hago ejercicio, o las veces que juego fútbol o monto en bicicleta, mi objetivo es hacer suficientes estiramientos para no estar dolorido cuando me levante a la mañana siguiente. ¡Mi fuerza tiene límites!
Pero la Palabra de Dios en Efesios deja claro que la fuerza de quien realmente nos da la esperanza es incomparable.
Su grandeza y su poder no tienen límites, ninguno.
Eso es algo en lo que todos podemos depositar nuestra esperanza, sean cuales sean las circunstancias.
Y aquí viene lo bueno:
¡¡¡La autoridad de nuestro Rey Todopoderoso, Jesucristo, nos ha sido concedida por la riqueza de su gracia, y vive dentro de nosotros como verdaderos seguidores suyos!!!
En esta Navidad podemos aprovechar la autoridad de nuestro Creador para permitir que su fuerza fluya en nosotros y a través de nosotros.
❆ CONCLUSIÓN:
En medio de todo el alboroto de la temporada navideña, con las inevitables mentes cansadas y cuerpos doloridos, permite que tu esperanza se encuentre en la fuerza y autoridad de Cristo.
Es mejor así; pues ya que la esperanza no se puede fabricar, si podemos confiar en la que nuestro Rey y Señor viene a traernos.
REFLEXIONA:
Al reflexionar sobre el concepto de esperanza,
¿Cómo se relaciona con tu propio camino de fe el hecho de que la esperanza requiere perder el control?
¿En qué aspectos de la vida te resulta difícil ceder el control y confiar en el poder de Dios?
Entiende que como cristiano, tienes acceso a la autoridad de nuestro Rey Todopoderoso, Jesucristo; entonces…
¿De qué manera puedes recurrir a su fuerza y autoridad durante la Navidad, en medio del ajetreo y el cansancio?
Feliz Temporada de Navidad
Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad