2 CORINTIOS 4:8-10 (NTV) Por todos lados nos presionan las dificultades, pero no nos aplastan. Estamos perplejos pero no caemos en la desesperación. Somos perseguidos pero nunca abandonados por Dios. Somos derribados, pero no destruidos. Mediante el sufrimiento, nuestro cuerpo sigue participando de la muerte de Jesús, para que la vida de Jesús también pueda verse en nuestro cuerpo.
♥ De la mano de Dios, podremos ser derribados pero no destruidos, entonces podemos convertir nuestros desafíos de la vida en tremendas hazañas.
Por mucho tiempo cuando leía las hazañas y prodigios alcanzados por hombres y mujeres de la Biblia, solo veía las hazañas y la manera como fueron ampliamente usados, pero olvidaba los desafíos y las sombras que a veces les rodearon, y sobre todo ignoré como con la ayuda del Señor ellos pudieron vencerlos; por eso hoy pienso que:
¡¡¡Sin importar la clase de desafío que se nos presente en la vida, Dios desea que dependamos de Su Poder para lograr la hazaña de vencer, y no que cedamos tontamente ante la tentación de hacer uso de nuestras propias fuerzas y terminemos derrotados!!!
El Apóstol Pablo da a conocer a la Iglesia de Corinto parte de ese lado oscuro que rodeó a veces su vida, pero en medio de esas sombras desafiantes él habla de rayos de esperanza cuando dijo: “Estamos perseguidos más no desamparados, estamos abatidos, más no perecemos, estamos derribados pero no destruidos”.
¡Anhelo tener esa visión clara de la vida!
Recuerdo otro cuadro que la Biblia pinta magistralmente. El pueblo de Israel huyendo de Egipto, el ejército egipcio detrás en completa y abierta persecución. Los israelitas llegan al mar Rojo, el cual ruge con potencia y fuerza, el ejército egipcio galopa con amenaza y rugir de odio y amargura, Israel tiembla como si fuera una pluma sacudida por el viento. Cuando la esperanza parece esfumarse, el socorro llega de lo alto y esa voz potente ordena: “¡Dile al pueblo que se ponga en marcha!”. (Éxodo 14:15 NTV)
Y ante la señal de Moisés, el pueblo se lanza por fe en el Mar Rojo, sus ojos parecían abrirse, y abrirse al contemplar como el mar se abría, habían estado angustiados pero no desesperados, casi derribados pero no destruidos por que el socorro vino de lo alto. Alguien ha dicho que el diablo podrá poner murallas alrededor de nosotros, pero que jamás podrá poner techo, por lo que siempre habrá esperanza. Así como el arca de Noé tenía una ventana al Cielo, así la embarcación de nuestra vida siempre tendrá ventanilla a los Cielos de donde viene nuestro socorro. Nuestras dificultades son desafíos de Dios y muchas veces Él hace que esos desafíos se tornen duros para que nosotros podamos escalarlos sin problemas. En la providencia de Dios cada hora nos capacita para posibilidades más altas en el mundo de la fe.
♥ Nosotros somos empujados por cada emergencia para encontrar lo mejor de Dios, y entonces hacer de cada desafío de la vida una hazaña victoriosa.
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE HOY ES LA HORA DE DIOS PARA MI VIDA. COMO JACOB, IRÉ A TRAVÉS DE UNA NOCHE EN PENIEL PARA NO SER MÁS EL CONFUNDIDO JACOB Y LLEGAR A SER EL VICTORIOSO ISRAEL, CONVIRTIENDO CADA DESAFÍO DE MI VIDA, DE LA MANO DE DIOS, EN UNA TREMENDA HAZAÑA.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Elohim Mikarov, Dios que siempre está cerca (Jeremías 23:23). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, gracias porque contigo yo siempre tendré una fresca y nueva oportunidad. Padre Celestial, hoy puedo ver que en tu camino cada dificultad o problema realmente es un desafío para encontrar lo mejor de Ti, y disponible para mí, de manera que pueda realizar una hazaña. Señor y Dios mío, algunas veces yo pierdo ante mis propios ojos el propósito claro que tienes para mi vida, instrúyeme para que me mantenga firme, pues es mi responsabilidad. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo pues sé que cada desafío que encuentre hoy, me impulsará a encontrar lo mejor de Ti y llevar a cabo la hazaña que ya has determinado en mi vida; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!