2 CORINTIOS 4:8,9 (NTV)
Por todos lados nos presionan las dificultades, pero no nos aplastan. Estamos perplejos pero no caemos en la desesperación. Somos perseguidos pero nunca abandonados por Dios. Somos derribados, pero no destruidos.
♥ La frustración puede ser parte esencial del camino hacia el éxito, cuando somos capaces de superarla de la poderosa mano de Dios.
☝🏼 ¿Qué pensaría de un jugador de béisbol que jugara siete temporadas sin golpear una pelota en terreno bueno? Uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, Mickey Mantle, jardinero central de los New York Yankees, hizo el equivalente de eso. Sus turnos al bate y ponches sumaron más de 3.400 viajes al plato de bateo, o sea siete temporadas, sin conectar una bola en terreno bueno.
☝🏼 O ¿qué pensaría de un inventor que pasara meses y meses en intentos infructuosos por hacer que sus experimentos funcionaran? Thomas Alba Edison, quizá el más grande inventor de la historia estadounidense, pasó muchos meses probando sus experimentos, antes de encontrar un filamento que mantuviera encendida su luz incandescente.
La lección detrás de estas experiencias es clara:
¡¡¡Tenemos que mirar por encima de los fallos y de los fracasos que nos producen frustración y seguir perseverando; con toda seguridad, confiados y tomados de la mano de Dios, lograremos superarlos y alcanzar el éxito esperado!!!
No puedo pensar en un mejor ejemplo de alguien que perseveró a pesar de la frustración causada por el fracaso aparente, se trata del apóstol Pablo. Su lista de fracasos llevaría a la mayoría de nosotros a la desesperación:
✗ Por un lado, las personas en una iglesia que él fundó en Corinto tropezaron en todos los males posibles.
✗ Por otro, fue a la cárcel en numerosas ocasiones.
✗ Él sufrió naufragios, golpizas y traiciones. (2 Corintios 11:23-27)
No podríamos tener una mejor imagen de la derrota, que la que expone la vida del apóstol Pablo, sin embargo, su ministerio es recordado por su éxito a prueba de todo.
♥ Tenemos que aprender a mirar más allá de nuestros fracasos y frustraciones; debido a la misericordia de Dios, no debemos desfallecer; bien lo dijo Pablo (2 Corintios 4:1), y hoy yo lo confieso:
CONFESIÓN DE FE:
POR ESO NO ME DESANIMO, PORQUE DIOS, EN SU MISERICORDIA, ME HA ENCARGADO ESTE TRABAJO EN SU OBRA; PUES ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO DE QUE EL ÉXITO A MENUDO SE LEVANTA DE LAS CENIZAS DEL FRACASO, CUANDO VOY DE LA MANO DE ÉL.
ORACIÓN:
Padre Santo, El Rachum, Dios de Compasión (Deuteronomio 4:31). Amoroso y Misericordioso Dios y Señor nuestro, Jesucristo, sé que Tú estás lleno de compasión y sentimiento por nosotros tus preciados hijos y estás completamente libre de crueldad o mezquindad. Por eso sé que nunca nos abandonarás ni nos dejarás inmersos en la frustración. Gracias Padre Santo por tus brazos abiertos permanentemente, listos para recibirnos, para consolarnos y dejarnos saber, que a pesar de nosotros mismos, de todas las fallas que podamos cometer, siempre estás ahí dispuesto a dejarnos experimentar el verdadero Amor del Padre y levantarnos de las cenizas del fracaso hacia el éxito. Gracias Dios mío; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!