ABRE PUERTAS

SALMOS 103:13… 17,18 Con quienes lo honran, Dios es tan tierno como un padre con sus hijos… el amor de Dios siempre será el mismo; Dios ama a quienes lo honran, y siempre les hace justicia a sus descendientes, a los que cumplen fielmente su pacto y sus mandamientos. (TLA)

♥ De cómo Dios abre puertas para que pasemos de hijos de ira o desobediencia, a hijos de Dios por fe y obediencia.

Se dice que en cierta ocasión el “Emperador Napoleón I” se encontraba delante de un grupo de soldados, cuando de repente su caballo se desbocó; entonces un soldado raso se lanzó hacia el caballo y, cogiendo el freno del caballo, pudo pronto detenerlo. Se dice que Napoleón saludó al soldado raso y le dijo: 

–       ¡Gracias, mi capitán! 

El soldado se sorprendió al oír a Napoleón decirle “capitán”, pues él era un simple soldado raso, pero inmediatamente pensó que se encontraba delante de Napoleón y que, si él quería, podía hacerlo capitán. Así que saludó a su Emperador y le preguntó: 

–       ¿De qué regimiento mi Emperador? El emperador le contestó 

–       De mi guardia personal. 

Aquel soldado raso se presentó como capitán ante el jefe de la guardia personal de Napoleón; el oficial, viéndolo con uniforme de soldado raso, le preguntó: 

–       ¿Capitán, por órdenes de quién? 

–       Por órdenes de mi “Emperador Napoleón I”. 

En ese momento dejó de ser soldado raso y llegó a ser capitán.

Si este soldado raso no hubiese tenido fe y fuera desobediente, hubiera dicho: “Mi Emperador me dice capitán, pero yo no soy más que un soldado raso. Por el susto que le dio el caballo, se equivocó y me dijo capitán”, y se hubiera ido a tomar su lugar y habría permanecido soldado raso toda su vida. Todos nosotros por naturaleza somos “hijos de ira”, hijos de desobediencia; pero Dios en su infinito amor e infinita misericordia quiere hacernos sus hijos. En Juan 1:12 encontramos estas preciosas palabras: 

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.

♥ Además de ser hijos de Dios hay momentos en la vida en que necesitamos mirar más allá de la condición en que estamos y estar listos a ocupar la posición que Dios quiere y determina que tengamos. 

¡¡¡Son muchos los que se conforman con ser simplemente soldados rasos, 

cuando Dios incluso les está abriendo puertas para ser capitanes; 

simplemente por ser faltos de fe y desobedientes!!!

CONFESIÓN DE FE:

YO SOY UN HIJO DE DIOS, YO LE CREO A DIOS, Y AL QUE CREE Y OBEDECE TODO LE ES POSIBLE; DIOS NUNCA ME ABRIRÁ UNA PUERTA SIN ANTES PREPARARME PARA QUE ENTRE POR ELLA.

ORACIÓN:

Dios Padre Nuestro, Elohim Marom, Dios de las Alturas (Miqueas 6:6). Señor Jesús, Dios y Rey que estas en las Alturas, en supremacía de poder y posición. Sé que Tú, El Fuerte, mereces suprema exaltación y toda adoración. Gracias Dios mío pues Tú me has dado oportunidades grandes y maravillosas para practicar la obediencia y poner en acción mi fe, así logro ser bendecido, promocionado y lleno de la plenitud de vida que Tú quieres para mí. Sé que la única forma de lograr tus propósitos para mi es creyendo y siendo obediente a la verdad de tu Palabra, entonces esta acción me abre las puertas de la bendición abundante. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!

Juan Manuel Lamus O.

          jmlamus@gmail.com

prjmlamus@etdm.imaginacreativo.com

    www.eltallerdelmaestro.co

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