2 TIMOTEO 1:5-9 Me acuerdo de tu fe sincera, pues tú tienes la misma fe de la que primero estuvieron llenas tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y sé que esa fe sigue firme en ti. Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina. Así que nunca te avergüences de contarles a otros acerca de nuestro Señor, ni te avergüences de mí, aun cuando estoy preso por Él. Con las fuerzas que Dios te da prepárate para sufrir conmigo a causa de la Buena Noticia. Pues Dios nos salvó y nos llamó para vivir una vida santa. No lo hizo porque lo mereciéramos, sino porque ese era su plan desde antes del comienzo del tiempo, para mostrarnos su gracia por medio de Cristo Jesús. (NTV)
♥ De cómo somos animados a ser fieles cuando estamos abrumados por las dificultades. Job describió la condición humana con estas palabras:
“Como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción” (Job 5:7).
Esta era, en verdad, la situación de Timoteo, un joven pastor que trataba de proteger a la iglesia de la persecución y de la falsa doctrina. Como resultado, se estaba desanimando y su pasión se desvanecía.
♥ Las cosas no son diferentes hoy en día, ¿verdad?
Problemas abrumadores pueden hacer que nos debilitemos y que perdamos nuestro celo por el Padre Celestial, su Palabra y la oración o la comunicación con Él. La solución para nosotros hoy es la misma que el apóstol Pablo le dio a Timoteo hace tantos años. Le recordó a su protegido que:
“No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (Vs.7).
El camino al avivamiento espiritual se encuentra en las mismas cosas que a veces somos reacios a hacer: orar y leer la Palabra de Dios, tener comunión con Él. Cuando leemos las Sagradas Escrituras, nuestra mente se renueva con la verdad del Señor, entonces obtenemos consuelo, fortaleza y valor en sus promesas y en su amor inagotable.
¡¡¡Por medio de la oración y la comunión, el Espíritu Santo le capacita para soportar aflicciones con esperanza y gozo en Cristo, así que, en vez de ceder a la desesperación, deje que el Señor use los problemas para reavivar su vida espiritual!!!
CONFESIÓN DE FE:
NO DEJARÉ QUE LAS CIRCUNSTANCIAS ADVERSAS ME ABRUMEN, POR EL CONTRARIO, SEGUIRÉ MANTENIENDO MI CONFIANZA EN EL SEÑOR, PUES SIEMPRE ME HA SOSTENIDO, ME SOSTIENE Y ESTOY SEGURO DE QUE ME SOSTENDRÁ, Y ESTO SIEMPRE REAVIVA MI VIDA ESPIRITUAL.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Jehová Elohim, Señor Dios (Génesis 2:4). Mi Dios y Señor Jesucristo, el Fuerte, quien es la totalidad del ser, realidad y existencia, eres el Todopoderoso, el único que tiene todo el poder y recursos para satisfacer todas las necesidades del hombre. El Dios único y perfecto en sus obras y propósitos con nosotros los que te amamos, ese eres Tú mi Rey y Señor Jesucristo, por esta razón y muchas más, sé que utilizas la adversidad para beneficio mío, y que a la vez no dejarás nunca que ella pueda mermar mi confianza y mi fe en Ti, ni causar un daño real en mi vida, y estoy seguro de que a la par con ella también me das las herramientas para enfrentarla con carácter y vencerla con decisión, y eso hace que mi vida espiritual sea reavivada. Gracias, mi amado Señor y Salvador Jesús por tu manera de moldear mi carácter e incrementar mi fe; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!