GÉNESIS 50:14-21 (NTV) Después de haber enterrado a Jacob, José regresó a Egipto junto con sus hermanos y todos los que lo habían acompañado al entierro de su padre. Pero ahora que su padre había muerto, los hermanos de José tuvieron temor, y se decían: “Ahora José mostrará su enojo y se vengará por todo el mal que le hicimos”. Entonces enviaron a José un mensaje que decía: “Antes de morir, tu padre nos mandó que te dijéramos: “Por favor, perdona a tus hermanos por el gran mal que te hicieron, por el pecado de haberte tratado con tanta crueldad”. Por eso nosotros, los siervos del Dios de tu padre, te suplicamos que perdones nuestro pecado”. Cuando José recibió el mensaje, perdió el control y se echó a llorar. Entonces sus hermanos llegaron, y se arrojaron al suelo delante de José y dijeron:
- Mira, ¡somos tus esclavos!
Pero José les respondió:
- No me tengan miedo. ¿Acaso soy Dios para castigarlos? Ustedes se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien. Él me puso en este cargo para que yo pudiera salvar la vida de muchas personas. No, no tengan miedo. Yo seguiré cuidando de ustedes y de sus hijos.
Así que hablándoles con ternura y bondad, los reconfortó.
♥ Sí, es verdad, muchas veces se logra el crecimiento por medio del sufrimiento, pues con dolor se crece.
A lo largo de la historia, la gente ha sufrido grandes abusos, injusticias y dolor a manos de otros. Nadie está exento de conflictos, críticas ni malos tratos.
☝🏼 Y como resultado, ¿nos estamos volviendo más como Cristo?
¡¡¡Nada de lo que nos sucede es accidental, como hijos de Dios sabemos que todo lo que nos pasa es filtrado a través de Sus manos amorosas y soberanas, y Él puede usar cualquier cosa para hacernos crecer en gracia y santidad; sí, incluso las injusticias y los abusos!!!
En el pasaje que estudiamos hoy y su contexto, podemos ver que José sufrió un trato más injusto de lo que la mayoría de nosotros podemos imaginar: fue vendido como esclavo por sus hermanos, calumniado por la esposa de Potifar, y olvidado en una prisión. Durante años, parecía que nada bueno iba a resultar, pero había un propósito Divino en todo eso. José aprendió acerca de los caminos de Dios, mientras estaba siendo preparado para el futuro.
Lo mismo es cierto para cada uno de nosotros. El Señor no quiere que nos enfoquemos en los abusos que se nos han hecho y en el dolor que hemos sufrido, en vez de eso, quiere que mantengamos nuestros ojos fijos en Él. Al leer su Palabra, nos revela sus caminos y propósitos, dándonos guía para caminar con Él y paciencia para esperar su tiempo. Y su Espíritu Santo que mora en nosotros nos capacita para enfrentar esos desafíos y perdonar a quienes nos traten mal o nos abusen.
☝🏼 Piense en las palabras de José a sus hermanos:
“Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien” (Vs.20 NVI).
♥ Recuerde que eso también es verdad para su vida.
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE EL DOLOR QUE YO PUEDA LLEVAR POR LOS ABUSOS, INJUSTICIAS O MALTRATOS QUE HE PADECIDO, PUEDE SER USADO PARA BIEN SI PERDONO A MIS OFENSORES Y CONFÍO EN LOS PROPÓSITOS DEL SEÑOR A TRAVÉS DE ELLOS, Y ESTOY SEGURO DE QUE UNO DE ELLOS ES MI CRECIMIENTO ESPIRITUAL.
ORACIÓN:
Dios Todopoderoso, El HaGadol, el Gran Dios (Deuteronomio 10:17). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, Tú eres el más grande en muchas maneras, tu naturaleza, tus atributos, tus obras, y tu misma grandeza, por eso sé que puedo confiar en Ti, y en tu presencia en mi vida para soportar con paciencia todos los desafíos y tenerlos por oportunidades para crecer, pues sé que Tú los usas para incrementar mi fe, fortalecer mi carácter y parecerme cada día más a Ti. Por eso hoy vengo a tu presencia pidiéndote que me des la fortaleza necesaria para mantenerme así, completo, seguro, confiado, convencido de tus verdades, aquellas que me dan las herramientas para soportar el sufrimiento en las pruebas y crecer en la vida cristiana. Gracias Señor Jesús pues de tu mano y viviendo en tus principios cualquier desafío que enfrente será propicio para ponerme en forma espiritualmente. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!