AISLADOS

2 TIMOTEO 2:22B-26 (NTV) En cambio, sigue la vida recta, la fidelidad, el amor y la paz. Disfruta del compañerismo de los que invocan al Señor con un corazón puro. Te repito: no te metas en discusiones necias y sin sentido que solo inician pleitos. Un siervo del Señor no debe andar peleando, sino que debe ser bondadoso con todos, capaz de enseñar y paciente con las personas difíciles.  Instruye con ternura a los que se oponen a la verdad. Tal vez Dios les cambie el corazón, y aprendan la verdad.  Entonces entrarán en razón y escaparán de la trampa del diablo. Pues él los ha tenido cautivos, para que hagan lo que él quiere.

Como seguidores de Jesucristo no debemos ser personas que nos mantenemos aislados, de ahí la necesidad de establecer amistades bíblicas, verdaderamente cristianas. La independencia es una cualidad muy apreciada en nuestra cultura hoy en día, pero bíblicamente no es una buena meta.

En ninguna parte de la Biblia encontrará usted la cita errónea: “Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos”; y es por eso que:

¡¡¡El mismo hecho de que el Señor constituyó a la Iglesia, una comunidad de creyentes, debe decirnos que Él no creó a las personas para que vivan aisladas!!!

Cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo, el Espíritu Santo mora en nosotros para que podamos tener una relación gozosa con el Señor y compañerismo unos con otros. En el plan de Dios, una amistad bíblica, estrecha y fiel entre dos creyentes, sirve para edificarnos mutuamente a semejanza de Cristo. Miremos a cualquiera de los santos de las Sagradas Escrituras y encontraremos evidencias de la dependencia de un buen amigo que le sirvió de apoyo. Por ejemplo el apóstol Pablo, en el pasaje que estudiamos hoy, hablaba con toda confianza y a menudo de sus queridos amigos, y animaba a otros a tener también buenas amistades (Vs.22). Es interesante el hecho de que nuestra cultura parece dirigirse en la dirección contraria. Cuando más se aleja nuestra nación de Dios, más generalizada se vuelve nuestra actitud de autosuficiencia. Los vecinos se tratan entre sí con desconfianza, y esa actitud también ha invadido a la iglesia. Nos hemos vuelto renuentes a dar a otros, lo que, a su vez, nos hace renuentes a recibir.

La Biblia nos dice que nos amemos unos a otros, que compartamos las cargas de nuestros hermanos, y que nos confesemos nuestras ofensas mutuamente (Juan 13:34; Gálatas 6:2; Santiago 5:16).

Así es como los miembros de la iglesia pueden estimularse unos a otros para ser más semejantes a Cristo y no mantenerse aislados, estando prestos para dar y recibir.

CONFESIÓN DE FE:

PROCURARÉ CON MUCHO AMOR Y PACIENCIA ESTABLECER Y MANTENER ESAS AMISTADES BÍBLICAS, DE MANERA QUE NO ME ENCUENTRE AISLADO, SINO POR EL CONTRARIO COMPARTIENDO PARA HACERME CADA VEZ MÁS SEMEJANTE A CRISTO, Y PUEDA TAMBIÉN LLEVAR A OTROS A CONOCERLO.

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Chasdi, Dios de mi Amabilidad (Salmo 51:18). Mi amado Dios Todopoderoso, sé que Tú eres Amable y trabajas para hacernos amables a tus seguidores, y la vida y sacrificio de nuestro Señor Jesús es el ejemplo supremo de tu amabilidad. Hoy quiero darte gracias por tu amistad sin condición, y pedirte que me ayudes a no aislarme, y entonces establecer esas buenas amistades bíblicas, fundamentadas en el compartir de principios y valores que tú nos has impartido, de manera que sean de beneficio para el crecimiento y la edificación mutua, y cada día ser más semejantes a Ti, mi Señor Jesús; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

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