ROMANOS 6:3,4 (NTV)
¿O acaso olvidaron que, cuando fuimos unidos a Cristo Jesús en el bautismo, nos unimos a Él en su muerte? Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva.
♥ El nuevo nacimiento y el bautismo tienen una relación muy especial, pues la respuesta de fe del nuevo creyente es el bautismo, el cual representa de manera simbólica la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. (Leer Romanos 6:1-11)
El Señor Jesucristo les dijo a sus seguidores que fueran e hicieran discípulos “bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19). A medida que la iglesia primitiva difundía el mensaje del Evangelio, era frecuente que el bautismo siguiera de inmediato a la decisión de poner la fe en Cristo; y es que:
¡¡¡Los símbolos a veces sirven para comunicar lo que las palabras no pueden!!!
El bautismo en agua es un símbolo de nuestra experiencia de salvación; mediante este acto, proclamamos que Jesús murió por nuestros pecados, que fue sepultado y resucitó; y damos testimonio de que hemos nacido de nuevo y recibido su poderosa transformación
Entonces debemos entender que el bautismo es una poderosa imagen de la salvación, y que no es solo una proclamación de la buena nueva de que el Señor Jesucristo murió en la Cruz por nuestros pecados y resucitó; es también nuestro testimonio de que hemos recibido su poder transformador en nuestra vida.
La palabra griega que se traduce como “bautizar” se usaba para describir una tela sumergida en tinte, indicando un cambio total. Al ser sumergidos en agua, declaramos que morimos a nuestra vieja vida y nos unimos a Cristo: “Somos sepultados juntamente con Él” (Vs.4 RV60). Al salir del agua, afirmamos su resurrección. El bautismo simboliza que, así como Jesús resucitó, también nosotros nacemos de nuevo por el poder del Espíritu Santo.
La fe no debe ocultarse como una luz colocada debajo de un almud (Lucas 11:33).
♥ Cuando familiares y amigos incrédulos observen nuestra vida, es importante que vean cómo nos ha cambiado el Evangelio; y tal vez una de las oportunidades para dar este testimonio sea el bautismo en agua.
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE NO PUEDO TRANSFORMAR MI VIDA POR SÍ SOLO A ESA NUEVA QUE DIOS ME OFRECE, SINO QUE NECESITO DE JESUCRISTO PARA NACER DE NUEVO, Y MI BAUTISMO EN AGUA SERÁ LA SEÑAL PARA EL MUNDO, TANTO NATURAL COMO ESPIRITUAL, DE QUE YO HE DECIDIDO SEGUIRLO Y VIVIR ESA NUEVA VIDA SIN CONDICIÓN.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Chaiyai, Dios de mi Vida (Salmo 42:8). Mi amado Dios, sé Tú eres la fuente de toda vida, que quieres darnos una vida nueva en Cristo Jesús, incluyendo la vida eterna. Por eso hoy vengo a tu presencia con un corazón agradecido por la nueva vida que me has dado, por la transformación que, a través del modelo de vida de nuestro Señor Jesucristo, se ha gestado en mí. Gracias por tu Espíritu Santo que me guía y dirige en esa nueva vida, para que mi bautismo en agua no solo sea ese símbolo de muerte a la vieja vida y resurrección a la nueva que me has dado, sino también un testimonio para mi entorno de lo que Tú puedes hacer con una vida, cuando en Ti cree y confía, este es el Poder de tu Evangelio, poder para salvación, y vida nueva y eterna. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!