CAMBIO Y ACCIÓN

GÁLATAS 3:22… 4:6,7 …pero las Escrituras declaran que todos somos prisioneros del pecado, así que recibimos la promesa de libertad que Dios hizo únicamente por creer en Jesucristo… y debido a que somos sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestro corazón, el cual nos impulsa a exclamar “Abba, Padre”. Ahora ya no eres un esclavo sino un hijo de Dios, y como eres su hijo, Dios te ha hecho su heredero. (NTV)

De cómo para lograr un cambio de dirección en nuestra vida, debemos tomar acción sobre ese propósito.

Existen empresas de asesoría administrativa que se especializan en el área de la “Gestión del Cambio”.  A este tipo de especialistas rara vez se les invita a participar en empresas exitosas, más bien, las empresas acuden a estos profesionales para que los ayuden a recuperarse cuando tienen problemas. Es un hecho que esta realidad no se queda solamente en las empresas, ya que en toda la sociedad existe la necesidad creciente de controlar los cambios laborales, emocionales, matrimoniales, entre otros.

Existe un cambio aún más impactante que todas las personas necesitamos hacer en algún momento, debido que hemos sido víctimas de las terribles consecuencias del pecado y todos sin excepción, estábamos bajo su dominio (Gálatas 3:22; 4:3) y no parecía haber solución o salida, entonces nuestro Señor y Salvador Jesucristo vino a dar respuesta al problema que teníamos, ofreciéndose a sí mismo como medio de cambio para darnos lo que no merecíamos: Su amor y su perdón; de manera que se hizo una realidad en nuestra vida el pasaje que estudiamos hoy. Mientras todo esto pasaba recibimos al Espíritu Santo en nuestros corazones. (Vs.6)

En la vida aún se nos presentan cambios, pero ahora, con Jesús, el experto en cambios a nuestro lado, el camino se hace llevadero y esperanzador

¡¡¡Cuando empezamos a seguir a Jesucristo como Señor y Salvador, nuestra vida cambia de dirección!!!

Así que ya no somos más esclavos sino hijos; y si somos hijos, también somos herederos del Reino juntamente con Cristo, y esta verdad debe generar un cambio de dirección radical en nuestras vidas, pero debemos tomar acción para que este se dé.

CONFESIÓN DE FE:

ESTANDO SEGURO DE QUE DIOS COMENZÓ EN MÍ LA BUENA OBRA, Y LA PERFECCIONARÁ HASTA EL DÍA QUE CRISTO VUELVA (FILIPENSES 1:6); PROCURARÉ CON DILIGENCIA EL CAMBIO DE DIRECCIÓN DE MI VIDA, Y PARA ESO ME DISPONDRÉ A ACTUAR.

ORACIÓN: Padre Celestial, El kjesed, Dios de Amor Fiel e Inagotable (Salmo 25:6): Mi amado Dios y Señor Jesucristo, yo te he podido experimentar en mi relación contigo como ese Dios amoroso y misericordioso, pues tienes una predisposición incondicional y altamente favorable hacia los que en Ti creemos y en Ti confiamos; estas lleno de amor, misericordia, bondad, lealtad, fidelidad, etc., es ese amor que asume obligaciones elegidas voluntariamente. Es por eso por lo que hoy vengo a tu presencia con toda la intención de que ese mismo amor sea derramado en mí, para lograr el cambio, para que mi vida sea transformada, restaurada, renovada, y entonces poder yo prodigar ese mismo amor a mis semejantes, de manera que ellos puedan verdaderamente conocerte y ser transformados como Tú lo has hecho conmigo. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo por tu amor transformador, por el cambio de dirección que me propones; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

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