PROVERBIOS 13:2,3 El que habla el bien, cosechará el bien, pero los traidores tienen hambre de violencia. El que cuida sus palabras, cuida su vida; el que descuida sus palabras provoca su propia ruina. (NBV)
PROVERBIOS 18:6,7 Los labios del necio lo meten en continuas peleas; sus palabras le causan azotes. La boca del necio es su ruina; sus labios son una trampa mortal. (NBV)
♥ De la buena y fructífera comunicación que, al hablar bien, proyecta prudencia, sabiduría y seguridad.
Todos nos molestaríamos tan solo de pensar en tener la boca llena de arena o piedras, pero una piedra en la boca en realidad puede ser deseable, al menos ese parece ser el caso de las Grullas que habitan las montañas Taurus del sur de Turquía. Estas aves exóticas tienden a cacarear mucho, sobre todo mientras vuelan. Todo ese ruido capta la atención de las águilas, las cuales son sus principales depredadores naturales, entonces se abalanzan sobre ellas para cazarlas y comérselas. Las Grullas experimentadas y maduras evitan esta amenaza recogiendo piedras lo suficientemente grandes como para que les llenen la boca. Esto les impide cacarear, dejando de convertirse así en ese alimento para las águilas.
La gente también tiene problemas con la boca, con lo que hablan y como lo dicen. En los pasajes que estudiamos hoy, el escritor de Proverbios, Salomón dijo:
El que guarda su boca, preserva su vida; el que mucho abre sus labios, termina en ruina. (13:3 RV60)
Los labios del necio provocan contienda, y su boca llama a los golpes. (18:6 LBLA)
✓ ¿Cuántos de nuestros problemas se podrían evitar si aprendiéramos a controlar nuestra lengua?
✓ ¿Cuánto del dolor que causamos a los demás se podría evitar si pensáramos mejor y fuéramos más prudentes al hablar?
Entonces piense: ¿Tiene problemas con la lengua? Pruebe esta fórmula:
Pídale ayuda al Señor + Piense antes de hablar + Que sus palabras sean pocas =
¡¡¡Prudencia, Sabiduría y Seguridad!!!
♥ Seguir esa fórmula puede ser tan eficaz como una piedra en la boca.
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE SI NO PIENSO LO QUE DIGO PODRÍA TERMINAR DICIENDO TODO LO QUE PIENSO. POR ESO PROCURARÉ HABLAR MENOS Y ESCUCHAR MÁS, PARA ASÍ MANTENER BUENAS Y FRUCTÍFERAS COMUNICACIONES.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Elohim Kedoshim, Dios Santo (Josué 24:19). Dios y Señor nuestro, Jesucristo, sabio, prudente y gentil eres Tú; eres único, especial y singular, no hay nadie ni nada como Tú, ni nunca lo habrá; eres distinto de todos y de todo; eres puro y libre de cualquier error. Por todo eso hoy vengo a pedirte que me ayudes a controlar mi lengua, de manera que los dichos de mi boca me aten a tu bendición y no a la consecuencia mala de lo que digo sin pensar. Te agradezco por tu Palabra, que me ha renovado la mente y me ha enseñado el estilo adecuado para comunicar bien, evitando así contiendas y causar dolor, tanto a mí como a los demás. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo por tu modelo de buena y fructífera comunicación; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!