2 CORINTIOS 1:3-5 Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Dios es nuestro Padre misericordioso y la fuente de todo consuelo. Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros. Pues, cuanto más sufrimos por Cristo, tanto más Dios nos colmará de su consuelo por medio de Cristo. (NTV)
♥ ¡Hoy abundare en consuelo y consideración, de la mano del Espíritu Santo, para quien lo necesite!
Hay una proporción bendita en la vida cristiana, la “Regla de Providencia” de nuestro Dios que sostiene un par de escalas:
- En un lado Él pone ensayos o pruebas para su pueblo, y
- En el otro Él pone sus consuelos.
Cuando la escala de la prueba se vacía, encontraré siempre la escala de consuelo en la misma proporción; y cuando la escala de ensayos o pruebas está llena, encontraré la escala de consuelo con el mismo peso. Cuando las nubes negras se acumulan en gran cantidad, la luz se da a conocer más brillantemente para mí. Cuando la noche me rodea y la tempestad me envuelve, el Capitán Celestial está siempre más cerca de su tripulación.
¡¡¡Es algo bendito, cuando nosotros estamos bajo el peso de la angustia
porque de esta manera experimentamos el peso de Su consuelo,
y es el consuelo del Espíritu Santo!!!
Una de las razones por lo cual las pruebas preparan la sala para el consuelo, es que los grandes corazones solamente pueden ser formados por y a través de los grandes problemas. La zanja de los problemas excava el depósito de comodidad más profunda de la sala para el consuelo. Otra razón por lo cual nosotros los cristianos estamos frecuentemente muy gozosos en nuestros problemas, es que en los problemas tenemos las negociaciones más cercanas con Dios.
Por lo contrario, lo más común en el ser humano es que:
✘ Cuando el tesoro está lleno, el hombre cree que puede vivir sin Dios.
✘ Cuando el bolso revienta con el oro, el hombre trata de hacer las cosas sin tanta oración. ✘ Pero una vez que los tesoros están lejos, en ese momento si se quiere a Dios.
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE EN MEDIO DE LAS PRUEBAS DIOS VIENE A MI CORAZÓN Y CUANDO LO ENCUENTRA LLENO COMIENZA A ROMPER MIS COMODIDADES HASTA DEJARLO VACÍO; ENTONCES HAY MÁS ESPACIO PARA SU GRACIA Y SU CONSUELO.
ORACIÓN:
Padre Santo, Elohay Kol HaNechamah, Dios de todo Consuelo (2 Corintios 1:3). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, no hay grito tan bueno como el que viene desde el fondo de nuestro corazón, ninguna oración tan dulce como la que viene desde las profundidades del alma, el grito que es provocado mediante aflicciones y pruebas profundas, de ahí en adelante ellas nos traen a Ti, Dios nuestro, y nosotros somos más felices por tenerte cerca. Por eso hoy clamo a Ti Señor, ayúdame a ver las aflicciones y las pruebas como elementos vitales para contemplar y disfrutar tu consolación. Gracias Espíritu Santo por la seguridad que me das, de que tus consuelos abundan para mí cuando las aflicciones me rodean. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!