HECHOS 4:13-21 (NTV) Los miembros del Concilio quedaron asombrados cuando vieron el valor de Pedro y de Juan, porque veían que eran hombres comunes sin ninguna preparación especial en las Escrituras. También los identificaron como hombres que habían estado con Jesús. Sin embargo, dado que podían ver allí de pie entre ellos al hombre que había sido sanado, no hubo nada que el Concilio pudiera decir. Así que les ordenaron a Pedro y a Juan que salieran de la sala del Concilio, y consultaron entre ellos.
- “¿Qué debemos hacer con estos hombres? se preguntaban unos a otros. No podemos negar que han hecho una señal milagrosa, y todos en Jerusalén ya lo saben. Así que para evitar que sigan divulgando su propaganda aún más, tenemos que advertirles que no vuelvan a hablar con nadie en el Nombre de Jesús”.
Entonces llamaron nuevamente a los apóstoles y les ordenaron que nunca más hablaran ni enseñaran en el Nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan respondieron:
- “¿Acaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a Él?
- Nosotros no podemos dejar de hablar acerca de todo lo que hemos visto y oído”.
Entonces el Concilio los amenazó aún más, pero finalmente los dejaron ir porque no sabían cómo castigarlos sin desatar un disturbio. Pues todos alababan a Dios por esa señal milagrosa, la sanidad de un hombre que había estado lisiado por más de cuarenta años.
♥ De la poderosa, clara y pertinente ayuda que nos proporciona la Palabra de Dios, para que podamos vivir de acuerdo con las convicciones que ella nos imparte, venciendo así la tentación. (Leer Hechos 4:1-31)
☝🏼 ¿Están sus convicciones espirituales tan arraigadas que le protegen contra la tentación? Si es así, entonces ciertos problemas ya han sido resueltos en su corazón. Piense en lo beneficioso que es enfrentar ciertas situaciones en las que deberá elegir si debe obedecer a Dios, y no tener que luchar para decidir.
¿Por qué razón? Porque la decisión ya fue tomada.
¡¡¡Una convicción Bíblica firme hace que las decisiones sean fáciles, pues no hay que sopesar los pros y los contras de rendirse a la tentación!!!
Los apóstoles Pedro y Juan son buenos ejemplos. Las amenazas no les impidieron hacer lo que el Señor les había ordenado. Por eso, vivir de acuerdo con nuestras convicciones requiere:
- Compromiso con una causa más grande que nosotros. Es decir, el Señor Jesucristo. Al igual que los apóstoles, debemos sentir un amor por Cristo que supere cualquier interés personal.
- Estar claros en cuanto a lo que creemos. No solo debemos estar convencidos de que la Palabra de Dios es verdadera; también debemos ser capaces de manejarla bien para enfrentar en la forma adecuada las tentaciones y los engaños.
- Estar dispuestos a tener conflictos. Otros pueden reaccionar de manera negativa a nuestra obediencia.
- Confianza en la soberanía de Dios. Él tiene el control absoluto de la situación, y obra para nuestro bien.
♥ Si usted se compromete a vivir de acuerdo con sus convicciones, Dios le fortalecerá para que se mantenga firme, y le brindará consuelo en medio de cualquier sufrimiento.
CONFESIÓN DE FE:
RENDIRÉ MI VIDA A LA PALABRA DE DIOS, CON LA TOTAL CONVICCIÓN DE QUE SUS VERDADES IMPLANTADAS EN MI CORAZÓN, ME DARÁN LA PREPARACIÓN Y LA FORTALEZA PARA MANTENERME FIRME Y DEFENDER MIS CONVICCIONES.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Elohim Kedoshim, Dios Santo (Levítico 19:2). Santificado y bendito sea tu Nombre por siempre, mi Dios y Señor Jesús. Gracias quiero darte por los principios y valores que me has impartido hasta hoy, y las convicciones que estos han traído a mi vida; esto es algo incalculable y los beneficios que he recibido, bendiciones sobreabundantes, dirección perfecta, relaciones restauradas, libertad, sanidad, etc., no tendría el tiempo suficiente para enumerarlos. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo, Soberano y Gobernador de mi vida, ayúdame a mantenerme firme, sin titubear en mis convicciones bíblicas, sin permitir que mi entorno sea de influencia para transigir con ellos, sino por el contrario que yo de testimonio y lo impacte al vivirlas profundamente y defenderlas a todo costo. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!