¿DECEPCIÓN?

JUAN 11:1-6 Un hombre llamado Lázaro estaba enfermo. Vivía en Betania con sus hermanas María y Marta. María era la misma mujer que tiempo después derramó el perfume costoso sobre los pies del Señor y los secó con su cabello. Su hermano, Lázaro, estaba enfermo. Así que las dos hermanas le enviaron un mensaje a Jesús que decía: “Señor, tu querido amigo está muy enfermo”.

Cuando Jesús oyó la noticia, dijo: “La enfermedad de Lázaro no acabará en muerte. Al contrario, sucedió para la gloria de Dios, a fin de que el Hijo de Dios reciba gloria como resultado.”

Aunque Jesús amaba a Marta, a María y a Lázaro, se quedó donde estaba dos días más. (NTV)

Más allá de la decepción.

Cuando uno se siente decepcionado, es fácil culparse a uno mismo y a los demás. Con frecuencia, es difícil saber qué decir o qué hacer debido a lo doloroso que es identificar la causa o el propósito de la frustración.

La decepción es una respuesta emocional a nuestro propio fracaso, o al de otra persona, por alcanzar un sueño o una meta. Esto puede resultar en la pérdida de fe en una persona en quien confiábamos. El Evangelio de Juan nos dice que Jesús amaba a Marta, María y Lázaro, por esto, las dos mujeres no sintieron la necesidad de decirle al Señor nada más que “Señor, tu querido amigo está muy enfermo” (Vs.3). Su expectativa era que tan pronto como el Señor Jesús oyera estas palabras vendría a sanar a Lázaro, pero el Señor no se presentó sino dos días más tarde. Cuando Marta se encontró con el Señor Jesús, estaba decepcionada porque Él no había venido de inmediato y su demora permitió que Lázaro muriera. No entendía por qué Jesús no había respondido a tiempo.

¡¡¡Dios tiene una razón para las decepciones que permite en nuestra vida,

podría evitarlas, pero Él quiere que descubramos Su propósito, Su deseo es que vivamos por fe y que permitamos que nuestras circunstancias lo glorifiquen!!!

Cuando vengan las decepciones ¿se apartará de la voluntad del Señor para su vida? ¿O descubrirá que está comenzando a entender el propósito de Dios, para que pueda aprender de esas situaciones?

La respuesta correcta es simplemente confiar en Él.

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO QUE TODO LO QUE SUCEDE EN MI VIDA TIENE UN PROPÓSITO DE PARTE DE DIOS, NADA ES CASUALIDAD, ASÍ QUE ESTARÉ ATENTO PARA ENTENDER Y APRENDER LA LECCIÓN QUE ÉL QUIERA ENSEÑARME.

ORACIÓN:

Dios Todopoderoso, El Tzadik, Dios Justo y Salvador (Isaías 45:21). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, sé que todo lo que haces y dices es recto. Aunque haya mucha maldad en el mundo, Tú eres completamente justo en todas tus obras y estoy convencido que eventualmente harás todo justo. Es por eso por lo que creo firmemente que cualquier circunstancia en mi vida, por más decepcionante que parezca, tiene un propósito para mí como hijo tuyo, así que te quiero dar gracias, mi Señor, y decirte que estoy listo para que cada prueba, cada dificultad o problema, sea una oportunidad para aprender de Ti, para incrementar mi fe, fortalecer mi carácter y estrechar más mi relación contigo. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!

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