JUAN 12:30-32 Entonces Jesús les dijo:
- La voz fue para beneficio de ustedes, no mío. Ha llegado el tiempo de juzgar a este mundo, cuando Satanás, quien gobierna este mundo, será expulsado. Y, cuando Yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí. (NTV)
♥ El enemigo derrotado por Jesucristo en la Cruz, es también nuestra victoria.
El príncipe de este mundo es echado fuera, está derrotado, la victoria es nuestra por medio de Jesús. Cuando Cristo colgaba en la cruz, satanás estaba celebrando, pensó que le había ganado a Dios, pero el enemigo había sido derrotado de manera contundente.
Sin embargo, no siempre sentimos que satanás ha sido vencido. Esto se debe a que aún luchamos contra los principados y las potestades de este mundo. Es que el enemigo no fue aniquilado en la Cruz; eso sucederá después (Apocalipsis 20:2-10). Por ahora, sigue reinando sobre quienes están sin Cristo, pero su poder sobre los creyentes fue destruido en el Calvario. Como cristianos, no somos de este mundo sino parte del Reino de Dios (Juan 17:16), por tanto, el Señor tiene el control exclusivo de nuestro destino. Pero recuerde que satanás es un farsante. Quiere que las personas crean que él manda en la Tierra, y que se desanimen cuando vean a su alrededor los estragos que él causa. Es cierto que Jesús lo llama “el príncipe de este mundo” (Vs.31 RV60), pero ponga cuidado al resto del versículo, que dice: “será expulsado”.
El diablo no puede hacer que el creyente caiga, puede tentarlo y ridiculizarlo, pero no tiene poder para obligarlo a la desobediencia (Romanos 6:14). Además, satanás no puede condenar a los seguidores de Cristo (Romanos 8:1).
♥ Instigará la culpa en su corazón si se lo permite, pero eso no cambia el hecho de que usted es un hijo de Dios, salvado, amado y en camino al cielo.
Cuando Jesús estuvo en este mundo, satanás intentó destruir el plan
y el poder de Dios en la Tierra, pero fracasó miserablemente…
¡¡¡Cristo lo ha derrotado y por Él tenemos la victoria!!!
CONFESIÓN DE FE:
EL ENEMIGO FUE DERROTADO CUANDO EL SEÑOR JESÚS PAGÓ EL PRECIO DE LA DEUDA DEL PECADO DE LA HUMANIDAD Y RESUCITÓ VENCIENDO A LA MUERTE, Y YO PARTICIPO DE ESA VICTORIA, PORQUE CREO Y CONFÍO EN ÉL.
ORACIÓN:
Dios Todopoderoso, Elohim Tzur, Dios y Señor mío, la Roca de mi Salvación, (2 Samuel 22:47). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, Tú eres la Roca fuerte, sólida, confiable, duradera, útil como arma o para la defensa. Tú, El Todopoderoso, eres nuestra defensa eterna de la cual podemos depender puesto que eres fuerte y confiable. Por todo esto y más, quiero darte gracias hoy mi Señor Jesucristo, pues en la cruz del Calvario Tú derrotaste al enemigo, tuyo y de toda la humanidad, y fue derrotado de una vez por todas; entonces solo te pido hoy, ayúdame a mantener esta convicción bien arraigada en mi corazón para que él no se haga el príncipe de mi vida, y tenga yo la fortaleza para enfrentar los principados y potestades de este mundo como un creyente victorioso que soy en Ti. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo, la Roca de mi Salvación, por hacerme más que vencedor; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!