LUCAS 16:10-13 Si son fieles en las cosas pequeñas, serán fieles en las grandes; pero si son deshonestos en las cosas pequeñas, no actuarán con honradez en las responsabilidades más grandes. Entonces, si no son confiables con las riquezas mundanas, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas del Cielo?; y si no son fieles con las cosas de otras personas, ¿por qué se les debería confiar lo que es de ustedes? “Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y estar esclavizado al dinero”. (NTV)
♥ De cómo nos da seguridad el saber que nuestro Padre Celestial es dueño de todo, pero que, sin embargo, nos lo da en administración, y por eso podemos ser sus mayordomos. (Leer Lucas 16:1-16)
Es posible que haya notado que la perspectiva de Dios puede ser muy distinta a la del mundo. El Salmo 24:1 que dice: “Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella”, es un buen ejemplo. Las personas que no conocen a Dios a menudo encuentran desconcertante este versículo, mientras que a los creyentes nos reconforta el saber que nada nos pertenece, pues nuestro Padre Celestial es dueño de todo:
✓ Vivimos en la Tierra de Dios,
✓ bebemos su agua,
✓ comemos su comida,
✓ respiramos su aire,
✓ sentimos el calor de su sol y
✓ gastamos o invertimos su dinero.
Tan solo somos mayordomos de todo lo que nos confía; y puesto que el Señor es el verdadero propietario de todo lo que tenemos, tiene la última palabra con respecto a lo que debemos hacer con eso.
El Señor nos da, por su gracia, posesiones para que las disfrutemos y las usemos. En última instancia, las pertenencias, las oportunidades y las riquezas que Dios nos da, deben ser usadas para su gloria. Ahora bien, esto no significa que exija que nos desprendamos de todo para vivir en pobreza.
Dios nos da, por su gracia, posesiones para que las disfrutemos y las usemos,
pero también quiere que invirtamos en lo que durará para siempre:
¡¡¡Su Ministerio, Su Palabra y Su Pueblo!!!
?? Oro para que Dios le guíe con respecto a la administración de sus pertenencias.
Pregúntele cómo quiere que utilice los bienes, oportunidades y privilegios que le ha dado. Luego, no se aferre a las cosas, y deje que la Palabra de Dios le guíe hacia su buena, perfecta y agradable voluntad.
CONFESIÓN DE FE:
HOY SÉ QUE DIOS, AL ENTREGARME EN ABUNDANCIA TODOS SUS BIENES, ME HA HECHO EL HONOR DE PODER SER SU MAYORDOMO, ASÍ QUE ME PROPONGO SER UNO FIEL Y EXCELENTE, SIGUIENDO SU DIRECCIÓN PARA UTILIZARLOS BIEN Y ESPECIALMENTE PARA SU GLORIA.
ORACIÓN:
Dios Omnipotente, Jehová El Shaddai, El Todopoderoso y Suficiente (Génesis 17:1). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, hoy quiero darte gracias por hacerme mayordomo tuyo y por eso quiero orar como lo hizo David: Mi Señor, que seas alabado por siempre y para siempre, tuyos son la grandeza, el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Todo lo que hay en los Cielos y en la Tierra es tuyo y este es tu Reino. Te adoro como el que está por sobre todas las cosas. La riqueza y el honor sólo vienen de Ti, porque Tú gobiernas sobre todo. El poder y la fuerza están en tus manos, y según tu criterio la gente llega a ser poderosa y recibe fuerzas. Padre Celestial te damos gracias y alabamos tu glorioso nombre, pero ¿quién soy yo para que pueda darte algo a Ti? ¡Todo lo que tengo ha venido de Ti, y te doy sólo lo que Tú primero nos diste! Gracias mi Rey y mi Señor Jesucristo porque todo me lo has dado, hasta el honor y privilegio de ser tu mayordomo; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!