1 TESALONICENSES 5:16-24 Estén siempre alegres. Nunca dejen de orar. Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús. No apaguen al Espíritu Santo. No se burlen de las profecías, sino pongan a prueba todo lo que se dice. Retengan lo que es bueno. Aléjense de toda clase de mal. Ahora, que el Dios de paz los haga santos en todos los aspectos, y que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin culpa hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva. Dios hará que esto suceda, porque aquel que los llama es fiel. (NTV)
♥ Del alcance de nuestra gratitud.
✓ ¿Se ha dado cuenta de que la Biblia contiene mandatos, pero no siempre la explicación de cómo cumplir con ellos?
Sabemos que la Biblia contiene todo lo que necesitamos saber para obedecer a Dios. Sin embargo, a veces desearíamos recibir instrucciones detalladas. Por ejemplo, el versículo 18 del pasaje que estudiamos hoy dice simplemente: Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.
Ahora bien, ¡esas sí que son palabras mayores! Nos apresuramos a dar gracias al Señor por las bendiciones, tales como un nuevo bebé, un nuevo automóvil, una nueva casa, o un nuevo trabajo, pero ¿qué de la enfermedad, del dolor, de las dificultades o de las pérdidas? ¿Cómo podemos estar agradecidos por tales cosas?
La respuesta es que no podemos, a menos que reconozcamos que: Dios a veces permite el dolor y las dificultades en la vida por sus buenos propósitos para con nosotros, y para su gloria; para incrementar nuestra fe y fortalecer nuestro carácter. (Romanos 8:28)
José es un ejemplo de esta verdad. Sus hermanos lo vendieron como esclavo, pero Dios usó su difícil situación para salvar la vida de muchas personas, entre ellas a sus mismos hermanos (Génesis 50:20).
¡¡¡Cuando elegimos la gratitud en vez de la amargura, reconocemos
que el Señor es bueno, incluso cuando las circunstancias no lo sean,
y este es un gran alcance de nuestra gratitud!!!
♥ Hay muchas cosas que nunca seremos capaces de entender en este mundo, pero hay algo de lo que podemos estar muy seguros, y es que:
CONFESIÓN DE FE:
NUESTRO DIOS ES BUENO. ADEMÁS, SUS PROPÓSITOS SON BUENOS, ÉL HA PROMETIDO ESTAR CON NOSOTROS EN CADA CIRCUNSTANCIA, Y SÉ QUE, SI CREO ESTO, PUEDO LOGRAR UN GRAN ALCANCE EN MI GRATITUD, PUES PUEDO DAR GRACIAS EN TODO.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Rachum, Dios de Compasión (Deuteronomio 4:31). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, se que tu naturaleza es de amabilidad, pues estás lleno de compasión y sentimiento por nosotros, estás completamente libre de crueldad o mezquindad, y es por eso por lo que puedo darte gracias, Padre Santo, porque los problemas y dificultades que se me presentan cada día, tal vez son retos y oportunidades que me sirven de entrenamiento para enfrentar situaciones, tomar decisiones y resolver problemas cada día con más fe y sabiduría, y ellos fortalecen mi carácter para desenvolverme mejor en la vida. Si se me presenta un problema o dificultad, ¿voy, además, a dejarme afectar y sentirme mal? Al contrario, pondré en acción el gran alcance de mi gratitud, procuraré sentirme bien, pues de este modo estaré en mejores condiciones para enfocar y enfrentar el problema, y realizar con mayor efectividad mis demás actividades. Así que mandaré lejos el problema, pues no tiene sentido sufrir por causa de nada, si tú has prometido estar conmigo. Tendré en cuenta las posibles alternativas de solución que me presentas, y me decidiré cuanto antes por una de ellas. Gracias, Padre Santo porque me ayudas a resolver todos mis problemas y dificultades, y así mi gratitud logra el alcance esperado; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!