HEBREOS 8:1,2 El punto principal es el siguiente: tenemos un Sumo Sacerdote quien se sentó en el lugar de honor, a la derecha del trono del Dios majestuoso en el cielo. Allí sirve como ministro en el tabernáculo del cielo, el verdadero lugar de adoración construido por el Señor y no por manos humanas. (NTV)
♥ La realidad final está aquí, Cristo es nuestro Sumo Sacerdote, el mediador de un nuevo pacto.
La navidad es el reemplazo de las sombras con la realidad. El pasaje que estudiamos hoy es una clase de resumen:
1. Tenemos un Sumo Sacerdote.
El punto es que el sacerdote que intermedia entre Dios y nosotros, y nos reconcilia con Dios, y ora por nosotros a Dios, no es un sacerdote ordinario, débil, pecador y mortal como en los días del Antiguo Testamento. Es el Hijo de Dios fuerte, sin pecado, con una vida indestructible, y no solo eso, Él no ésta ministrado en un tabernáculo terrenal con todas las limitaciones de espacio y tamaño y desgasto ocasionado por insectos y ladrones y agua y sol. No, el versículo 2 dice que Cristo está ministrando por nosotros en aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre. Éste es el tabernáculo verdadero en el cielo. Éste es el que arrojó una sombra sobre el monte Sinaí para que Moisés lo copiara.
2. Sentado a la Diestra de la Majestad en el Cielo.
Según el versículo 1, otra gran cosa de la realidad que es mejor que la sombra es que nuestro Sumo Sacerdote está sentado a la diestra de la Majestad en el cielo. Ningún sacerdote del Antiguo Testamento pudo decir eso jamás. Jesús se relaciona directamente con Dios Padre. Jesús tiene un puesto de honra al lado de Dios. Él es amado y respetado infinitamente por Dios. Está con Dios constantemente. No es una sombra como lo son las cortinas y los tazones y las mesas y las velas y los mantos y las borlas y las ovejas y las cabras y las palomas.
Ésta es la realidad final de la navidad:
¡¡¡Dios y su Hijo Jesucristo interactuando en amor y santidad,
para nuestra salvación eterna!!!
♥ La realidad final es la relación de las Personas de Dios, obrando entre sí respecto a cómo su majestad y santidad y amor y justicia y bondad y verdad serán manifestadas en un pueblo redimido.
CONFESIÓN DE FE:
TENGO UN SUMO SACERDOTE EN LA PERSONA DEL SEÑOR JESÚS, MEDIADOR, NO SOLO DE MI SALVACIÓN, SINO DE UNA VIDA DIGNA AQUÍ EN LA TIERRA, QUE REEMPLAZA LA SOMBRA DE SU PRESENCIA EN MI VIDA POR UNA REALIDAD FINAL EN SU OBRA PERFECTA AL NACER PARA MI SALVACIÓN.
ORACIÓN:
Señor y Salvador Jesucristo, Elohim Yishi, Dios de mi Salvación (Salmo 25:5). Mi amado Rey, Señor y Salvador Jesús, sé que a salvación está en una persona, en Ti, no en un sistema de creencias o de buenas obras, y que el propósito y voluntad de Dios Padre es buscar y salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10). Es por eso por lo que la salvación debe ser personal y tu mi Señor, el Todopoderoso, debes ser el Dios de mi salvación. Gracias, mi amado Dios porque no has puesto una carga de obras y supuesta santidad para que podamos acceder a la vida eterna al lado tuyo, sino que has propuesto el sacerdocio de tu Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo, para que por medio de su nacimiento y nuestra fe en Él podamos recibir el regalo de la salvación. Gracias Padre Celestial; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!
Juan Manuel Lamus O.