JUAN 8:25-32 ¿Y quién eres? preguntaron. Jesús contestó:
- El que siempre dije que era. Tengo mucho para decir acerca de ustedes y mucho para condenar, pero no lo haré. Pues digo solo lo que oí del que me envió, y Él es totalmente veraz.
Pero ellos seguían sin entender que les hablaba de su Padre. Por eso Jesús dijo:
- Cuando hayan levantado al Hijo del Hombre en la cruz, entonces comprenderán que Yo Soy. Yo no hago nada por mi cuenta, sino que digo únicamente lo que el Padre me enseñó. Y el que me envió está conmigo, no me ha abandonado. Pues siempre hago lo que a Él le agrada.
Entonces muchos de los que oyeron sus palabras creyeron en Él.
Jesús le dijo a la gente que creyó en Él:
- Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. (NTV)
♥ De la filiación Divina de Cristo (Leer Juan 8:21-59).
La afirmación de Jesús de que Él era el Hijo de Dios desató la ira de los líderes religiosos. Pero su explicación de todo lo que implicaba su condición de Hijo nos ayuda a entender cómo hemos de actuar como hijos de Dios, como miembros de su familia y de su pueblo escogido.
El Señor Jesús comunicó las palabras de su Padre al mundo (Vs.26), y antes de ascender al cielo nos dio la misma tarea: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15). Cristo no hacía nada por su propia cuenta (Vs.28). Su condición de Hijo nunca implicó debilidad, pero sí requirió Su entrega a la autoridad del Padre:
- Jesús hablaba lo que el Padre le había enseñado (Vs.28). Los cristianos no debemos depender de los sentimientos personales, sino ver lo que dice la Biblia, y confiar en ella para ser guiados.
- Él hizo siempre lo que agradaba al Padre (Vs.29). Ya no vivimos para los placeres, sino para buscar el gozo y las bendiciones de vivir en obediencia al Padre Celestial.
- Cristo no buscó Su propia Gloria, sino que honró al Padre (Vs.49, 50,54). Asimismo, nosotros debemos humillarnos, y enaltecer al Señor en nuestros pensamientos y con nuestra conducta.
- Él conocía a Su Padre y guardaba Su Palabra (Vs.55). Los cristianos tenemos el mismo privilegio de intimidad con Dios y la misma responsabilidad de obedecer sus mandatos.
¡¡¡Ahora nos toca a nosotros seguir el ejemplo de Cristo,
y cumplir con el llamado, porque la sangre nos hace parientes,
pero la fidelidad y la lealtad a Él nos hacen familia de Dios!!!
CONFESIÓN DE FE:
LA OPORTUNIDAD QUE TENEMOS DE SER HIJOS DE DIOS ES POSIBLE SOLO POR LA OBEDIENCIA FIEL DE SU HIJO. CRISTO ABRIÓ LA PUERTA PARA NUESTRA ADOPCIÓN, NOS INUNDÓ DE BENDICIONES DE LO ALTO Y DEMOSTRÓ CÓMO DEBEMOS VIVIR EN LA FAMILIA DE LA FE.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Oheenu, El Señor Dios Nuestro (Salmo 99:5). Mi amado Señor Jesús, el Hijo de Dios, Adonai, Señor Soberano, Gobernador y Rey Soberano de la creación eres Tú. Gracias quiero darte hoy por tu modelo de obediencia al Padre Celestial, quien nos adoptó por medio tuyo haciéndonos parte de la Familia Real y Celestial, de la cual Tú eres el primogénito y derrotero de comportamiento, obediencia y efectividad en la ejecución del plan maestro de Dios Padre, para llevar a los que creemos a ser fieles y leales a Él y trabajar con ahínco para expandir Su Reino sobre la tierra. Gracias Padre Celestial por hacernos parte de tu familia; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!