JUAN 5:8-11 Jesús le dijo:
- ¡Ponte de pie, toma tu camilla y anda!
¡Al instante, el hombre quedó sano! Enrolló la camilla, ¡y comenzó a caminar! Pero ese milagro sucedió el día de descanso, así que los líderes judíos protestaron. Le dijeron al hombre que había sido sanado:
- ¡No puedes trabajar el día de descanso! ¡La ley no te permite cargar esa camilla!
Pero él respondió:
- El hombre que me sanó me dijo: “Toma tu camilla y anda”. (NTV)
♥ Del reanimador fruto del Espíritu, el amor, y el sentimiento de gozo y paciencia que nos produce en nuestro espíritu.
✓ ¿Tiene usted una vida emocionante?
✓ ¿O, como tanta gente, encuentra que la mayoría de sus días son rutinarios y aburridos?
✓ ¿Frente a estas circunstancias sus sueños se le han convertido en decepciones?
Si es así, puede sentirse tentado a darse por vencido. Pero Dios promete una satisfacción que no puede encontrarse en ninguna otra parte. El amor, que produce el gozo, la paciencia y nos da paz interior, es un regalo de Dios que se encuentra en la naturaleza y en las promesas inmutables de Cristo, independientemente de las circunstancias.
♥ Es aquí donde se encuentran la fuerza y el poder para no rendirse.
Hace algunos años, fui probado en cuanto a esto mientras preparaba un mensaje acerca del gozo. Pocos días antes, había bautizado en agua a un buen número de personas, y era evidente que el movimiento repetitivo de inclinarme y el mantener el equilibrio sobre una canasta sumergida en la piscina, me había producido calambres en las piernas y tensión en la espalda. No sentí dolor hasta mediados de esa siguiente semana, cuando traté de levantar algo pesado, de repente, estaba lidiando con uno dolor severo y tomando “complejo B” para conseguir alivio. Casi de inmediato, el Señor trajo a mi mente el mensaje que me proponía predicar pocos días después. A pesar de que quería desesperadamente librarme del dolor, descubrí que podía tener gozo y paciencia en el Señor. La Palabra dice que nos regocijemos en Él siempre (Filipenses 4:4). Por este mandato, sabemos que aun en medio de las dificultades podemos elegir vivir con gozo y desarrollar paciencia y tener paz interior. Esta opción es posible para los creyentes llenos del Espíritu Santo y que andan en obediencia (Gálatas 5:22,23).
Piense en cómo responde usted a los tiempos buenos y a los malos:
¿Le dan fuerzas el gozo y la paciencia constantes en Cristo?
¿O encuentra alivio emocional únicamente en medio de circunstancias positivas?
¡¡¡Las dificultades son inevitables, pero la Verdad de Dios puede sostenerle!!!
CONFESIÓN DE FE:
AL MARGEN DE LAS CIRCUNSTANCIAS POR LAS QUE PUEDA ESTAR PASANDO, ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO QUE EN EL AMOR DEL SEÑOR PUEDO ENCONTRAR EL FRUTO REANIMADOR DEL GOZO Y LA PACIENCIA, Y LA PAZ INTERIOR SUFICIENTES PARA SALIR SIEMPRE VICTORIOSO.
ORACIÓN:
Dios Omnipotente, El Gibor, Dios Todopoderoso (Isaías 9:6). Mi amado Señor Jesucristo, eres el más Grande y Poderoso Dios, y la fuerza mayor en todo el universo. Hoy vengo a tu Presencia a darte gracias, Señor, por la fe que me has dado, porque Tú nunca me has dejado de fortalecer, y me haces caminar en el sendero de la verdad, a pesar de las dificultades. Señor, hoy no sé lo que el futuro me deparará, lo desconozco, y vivir en la incertidumbre, en la duda, no me gusta, me molesta, y me hace sufrir; pero sé que Tú siempre me ayudarás, porque, aunque yo te dé la espalda, Tú nunca me la darás, porque eres fiel, y yo sé que siempre me tenderás tu poderosa mano. Hoy también estoy agradecido por tu amor, que produce en mi gozo, paciencia y paz interior, pues a veces siento que las fuerzas no me alcanzan y aunque me he sentido en angustia y sin esperanza, yo sé que estás conmigo. Sé que sin Ti no puedo, pero que contigo soy más que vencedor. Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, gracias por no dejarme desmayar y sostenerme siempre con tu Verdad; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!