JEREMÍAS 1:4-10 El Señor me dio el siguiente mensaje:
- Te conocía aun antes de haberte formado en el vientre de tu madre; antes de que nacieras, te aparté y te nombré mi profeta a las naciones.
- Oh Señor Soberano, respondí. ¡No puedo hablar por Ti! ¡Soy demasiado joven!
- No digas: “Soy demasiado joven”, me contestó el Señor, porque debes ir dondequiera que te mande y decir todo lo que te diga. No le tengas miedo a la gente, porque estaré contigo y te protegeré. ¡Yo, el Señor, he hablado!
Luego el Señor extendió su mano, tocó mi boca y dijo:
- ¡Mira, he puesto mis palabras en tu boca! Hoy te doy autoridad para que hagas frente a naciones y reinos. A algunos deberás desarraigar, derribar, destruir y derrocar; a otros deberás edificar y plantar. (NTV)
♥ Del gigante que tenemos dentro. No se trata de hacer o dejar de hacer, sino de ser.
Es probable que usted se encuentre en una situación donde se ha esforzado y por más que lo hace no logra arrancar, en vez de ir adelante va en retroceso, y por más que intenta la oración, el ayuno, el ir a la iglesia, el discipularse, el cumplir con los deberes, no ve que nada bueno suceda en su vida. No estoy en contra de lo anterior, esas cosas son necesarias, pero no es todo, el asunto no es las cosas que hagamos, es lo que somos lo que va a definir nuestra vida. Antes de uno hacer, primeramente, debe ser. Dios le ha dado todo lo que necesita para vivir, le ha dado virtudes, le ha dado talentos y dones para que usted pueda disfrutar la vida.
Lo que uno piense y crea de uno mismo, y las convicciones que uno tenga acerca de Dios, lo pueden ayudar a construir o derribar su destino
¡¡¡A ser un ganador o un perdedor!!!
Jeremías pensaba que no sabía hablar, él se hacía auto sabotaje.
?? ¿Se auto sabotea usted?
✗ ¿Se ha dicho usted alguna vez: “yo no sirvo para eso” o “yo nunca voy a lograrlo”?
Muchos de nosotros vivimos auto saboteándonos, vivimos con pensamientos negativos, de fracaso y derrota, y por más que tengamos buenas intenciones de salir adelante no lo logramos ya que debemos cambiar nuestra programación y es lo que Dios hizo con Jeremías, y quiere hacer con usted, le invita a cambiar sus pensamientos, sus palabras, sus emociones y sus acciones.
?? ¿Qué ley gobierna su vida? ¿Quiere hacer realmente lo que quiere?
✗ ¿Es de los que quieren hacer el bien y no pueden porque están cautivos?
Para hacer realmente lo que quiere necesita aprender a intervenir en su lenguaje, ya que es generativo, crea realidades, cuando tenemos un lenguaje en acción, tanto el cuerpo como las emociones corresponderán al lenguaje presente. Una emoción por lo tanto tendrá una postura corporal definida y a su vez un lenguaje; de igual forma un cuerpo tendrá una emocionalidad y un lenguaje correspondiente al mismo.
✗ ¿Por qué será que nuestra tendencia es bajar la cabeza y mirar hacia abajo cuando estamos bajos de ánimo?
✓ Busque siempre mirar hacia arriba y su perspectiva de la vida cambiará.
Esto es lo que hace Dios con Jeremías al recordarle: “No temas…” “Te he puesto en este día…” “No te vencerán…Yo estoy contigo”. Dios intervino sobre sus emociones y su estado de ánimo, hizo que Jeremías creciera en confianza, y a medida que crecía y caminaba con Dios, los obstáculos se disolvían. Al igual que Jeremías Dios está con usted como poderoso gigante. Podemos ver que el éxito de Jeremías no dependía de circunstancias externas, vino de adentro, de su ser interno, lo que significa que cualquiera puede tenerlo. El éxito en su matrimonio, en su trabajo, en sus negocios, en su ministerio, en su vida en general, viene de adentro, no es de las cosas que haga, es de lo que usted es en Cristo Jesús.
♥ Usted tiene el ADN de Dios y la sangre de un ganador, entonces, hoy es el mejor día para salir a ganar.
CONFESIÓN DE FE:
CON MI MENTE LLENA DE DUDAS NO PODRÉ CONCENTRARME EN LA VICTORIA, ACTUARÉ EMOCIONAL Y CORPORALMENTE COMO EL GANADOR QUE SOY, CONFIADO SOLAMENTE EN DIOS, QUIEN ME HA PROVISTO SU ADN VICTORIOSO.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Gibor, Dios Todopoderoso (Isaías 9:6). Dios y Señor mío, Jesucristo, Tú me has dado la fortaleza y la entereza suficientes para ser un ganador al lado de ese poderoso gigante que Tú eres, y que has imprimido en mi espíritu. Gracias quiero darte hoy por la victoria, única, definitiva y permanente de tu amado hijo Jesucristo en la Cruz del Calvario, por medio de la cual nos has hecho a nosotros juntamente con Él, más que vencedores, unos verdaderos ganadores en este mundo y ante los enemigos que se nos enfrentan día a día, gracias por tu lucha permanente en pos de que, nosotros tus hijos, tengamos una vida digna y podamos así decidir ser felices por siempre a pesar de las circunstancias. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo, me esforzaré más y seré más valiente, para crecer cada día más al lado tuyo y vencer así cualquier dificultad que se me presente, he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!