INFERIORIDAD = ENEMIGO

SALMO 143:9,10 Líbrame, Señor, de mis enemigos, porque en Ti busco refugio. Enséñame a hacer tu voluntad, porque Tú eres mi Dios. ¡Que tu buen Espíritu me lleve por un camino recto!

Hoy y siempre Dios librará nuestra vida de los enemigos, y el sentimiento de inferioridad, cuando se convierte en uno de ellos, no será la excepción.

Hay muchos enemigos tales como el temor, la culpabilidad y el odio, que pueden rodear nuestra vida y tratar de quitarnos la libertad, pero es sumamente importante saber que el Señor nos puede librar de cada uno de ellos; y el complejo de inferioridad tal vez puede ser uno de los más terribles, es un verdugo que quiere oprimir nuestra alma, pero el amor de Dios y su opinión acerca de nosotros es determinante para vencerlo.

  • Del primero de ellos, el temor, el clérigo Harry Emerson dijo: “Es de primordial importancia al tratar el temor sacar a la luz el objeto de nuestros temores y encararlo francamente”.  La vida humana está llena de temores secretos que se esconden en los desvanes y rincones oscuros de la personalidad.
  • “En cuanto a la culpabilidad, si es por haber pecado, el mejor remedio es pedir perdón porque muchas veces he estado dolorosamente turbado, por lo que, con enorme descortesía se llama mala conciencia, siendo que en realidad se trata de una conciencia que cumple tan bien con su deber que torna incómoda toda la casa”.
  • “En cuanto al odio, pues el antídoto es cumplir el único mandamiento que nos dejó nuestro Señor Jesucristo: ‘Amar al prójimo como a nosotros mismos’”.

☝🏼 Pero, en cuanto al terrible sentimiento de inferioridad es necesario recordar las palabras del ministro de la “Iglesia Reformada de EE.UU.” Norman Vincent Peale, quien dijo: “Un sentido de inferioridad e impotencia interfiere en el logro de sus esperanzas, pero una confianza en Dios y en sí mismo conduce a una realización personal y un exitoso resultado.  Es terrible pensar cuán elevado es el número de personas que se frustran y se sienten miserables debido a la enfermedad que popularmente se llama complejo de inferioridad”.

Entonces debemos comprender que:

¡¡¡Nadie puede hacernos sentir inferiores sin nuestro consentimiento, y es que la última de las libertades humanas es elegir nuestra propia actitud ante cualquier circunstancia!!!

Y la verdad es que: si usted se siente inferior pero decide creer lo que Dios dice que usted es, hoy el Señor lo puede librar completamente de este enemigo.

CONFESIÓN DE FE:

HOY LEVANTO EL ESCUDO DE LA FE COMO FACTOR ESENCIAL EN MI ORACIÓN, CREYENDO QUE YO SOY UN HIJO DE DIOS; RECHAZO LOS ENEMIGOS DE MI ALMA Y ECHO FUERA DE MI VIDA TODO SENTIMIENTO DE INFERIORIDAD QUE ME IMPIDA CREER QUIEN SOY EN CRISTO JESÚS.

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Emet, Dios de la Verdad (Salmo 31:5). Mi amado Dios, Rey y Señor Jesús, sé que Tú eres la fuente última de la verdad, pues todo lo que se relaciona contigo es verdad y es real, y si dices que: “al que puede creer todo le es posible”, pues yo lo creo. Sin embargo, ahora entiendo, mi Señor, porque a veces me cuesta tanto tener fe en Ti y creer en tus palabras, es por eso por lo que en este día tomo autoridad en tu Poderoso Nombre, para pelear la buena batalla y rechazar todo enemigo de mi alma, y en especial el sentimiento de inferioridad que quiera oprimirme, y recibo ahora mismo la potestad excepcional de ser un hijo tuyo. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por colocar en mí la medida de fe y por ayudarme a desarrollarla; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

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