KOINONÍA = ARMONÍA

SALMO 133:1-3 ¡Que admirable, que agradable es que los hermanos vivan juntos en armonía! Es como el buen aceite que, desde la cabeza, va descendiendo por la barba, por la barba de Aarón, hasta el borde de sus vestiduras. Es tan refrescante como el rocío del monte Hermón que cae sobre los montes de Jerusalén. Donde se da esta armonía, el Señor concede bendición y vida eterna. (NBV)

De cuando la koinonía se desarrolla nos protege del enemigo al vivir en paz y armonía los unos con los otros, como verdaderos seguidores de Cristo y unidos a Él.

¡¡¡Cuando no vivimos en armonía dentro del Cuerpo de Cristo, nos exponemos a los ataques del enemigo, y nos hacemos vulnerables a sus artimañas!!!

Como cristianos, tenemos una relación especial entre nosotros por nuestra unión con Cristo, la koinonía. Es probable que usted haya experimentado esto si ha conocido a un extraño con quien sintió un vínculo y descubrió de pronto que ambos eran cristianos. La Biblia nos llama a ser una fuente de aliento y ayuda para nuestros hermanos en Cristo, aun así, muchos conocemos al menos a un hermano en la fe con quien tenemos más conflicto y diferencias, que paz y armonía. Quizás nuestras personalidades no encajen, o tengamos convicciones diferentes. El problema también podría ser una cuestión de falta de comunicación o malentendidos.

Cualesquiera que sean nuestras diferencias, podemos vencerlas por medio de la koinonía en Cristo, para vivir en paz y armonía unos con otros. En vez de construir muros, podemos expresar buena voluntad a otros con:

  1. Oración. Convierta en hábito presentar a la otra persona en oración.
  2. Comunicación. Hablen del problema, de manera franca y honesta. Aclaren cualquier malentendido y descubran la fuente del conflicto. Estén dispuestos a compartir preocupaciones y a escuchar el punto de vista del otro.
  3. Asesoramiento. Para superar el conflicto, a veces puede ser necesario contar con la ayuda de un buen mediador y consejero cristiano consagrado al servicio.
  4. Restauración. Una vez que se resuelva la raíz del problema y se restablezca la paz y la armonía, ambas partes deben acordar abordar de inmediato cualquier nuevo conflicto que surja en la relación.

Dios nos llama a vivir en paz y armonía los unos con los otros, es decir a desarrollar koinonía, y más entre cristianos verdaderos, y nos ha dado todo lo que necesitamos para obedecerle, entonces hagámoslo una realidad en nuestras relaciones.

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO, Y POR EXPERIENCIA PROPIA, QUE CUANDO DEJO QUE EL ESPÍRITU SANTO ME CONTROLE, SU BONDAD Y SU GRACIA FLUIRÁN POR MEDIO DE MI HACIA LOS DEMÁS, PARA DESARROLLAR LA KOINONÍA, ES DECIR, PARA CREAR RELACIONES EN PAZ Y ARMONÍA CON MIS HERMANOS.

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Shalom, Dios de Paz y Armonía (jueces 6:24). Mi amado Rey y Señor Jesús, he aprendido que “Shalom” significa totalidad, paz y armonía, y es que Tú, mi Señor, eres completo en y por Sí mismo, no necesitas añadiduras a tu totalidad, además de saber que tu deseo y propósito son restaurar la paz y totalidad a toda tu creación que ha sido fracturada por el pecado. Es por eso que hoy vengo a tu presencia, con la firme intención de ser de tu mano un creador de paz y armonía en todos los entornos de mi vida, y en lugar de construir muros que establecen diferencias, precisamente desarrollar la koinonía para vivir en paz y armonía con todos, sin importar las circunstancias ni lo que los demás puedan sentir o como puedan responder. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo, el Kjesed, por mostrarme el camino de la paz y la armonía por medio de tu amor inagotable. He orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

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