LA ORACIÓN BÍBLICA

JUAN 14:10-14 ¿Acaso no crees que Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que Yo digo no son mías, sino que mi Padre, quien vive en mí, hace su obra por medio de mí. Solo crean que Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; o al menos crean por las obras que me han visto hacer. Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que Yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre. Pueden pedir cualquier cosa en mi Nombre, y Yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre. Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi Nombre, ¡y Yo la haré! (NTV)

De la importancia de la oración bíblica en la verdadera y eficaz comunión con Dios.

Dios quiere que sus hijos pidan en el Nombre de Jesús lo que está en sus corazones, porque Él se deleita en dar. Aún más, quiere tener comunión con nosotros.

¡Qué gozo podemos tener cada vez que nos reunimos con nuestro Padre Celestial mediante la oración!

La Oración Bíblica está basada en la comunión que Dios espera que tengamos con Él permanentemente, es por eso por lo que la debemos practicar como parte de nuestro estilo de vida, pues…

¡¡¡Orar nos beneficia a nivel de acción, pensamiento y actitud!!!

El privilegio de la oración se basa en la relación que tenemos con Dios por medio de su Hijo Jesucristo. Solo quienes somos parte de la familia de Dios podemos decir que Él es nuestro Padre (Juan 1:12), y recibir respuesta a la oración. Él no promete esto a los incrédulos. La única excepción es el pecador que pide perdón y recibe a Jesucristo como su Salvador y Señor, su oración siempre es respondida con la salvación, conforme a su promesa. (Romanos 10:9)

En el Sermón del monte, Jesús usa tres verbos para describir la oración bíblica:

Pedir, buscar y llamar.

“Pidan, y se les dará. Busquen y hallarán. Llamen, y se les abrirá. (Mateo 7:7 RVA’15)

Note la progresión en la intensidad: Petición, búsqueda y acción.

Es por eso por lo que la oración es más que presentar peticiones a Dios. Implica buscar que Su voluntad guíe nuestras súplicas. Significa “tocar la puerta” explorando diferentes soluciones, y recibir el consejo piadoso para ayudarnos a determinar el sentir de nuestro Señor. Jesucristo prometió que recibiremos y encontraremos, y que Dios nos abrirá la puerta. Tenemos su garantía de que el Señor responderá y lo que Él hace es bueno. Orar es sencillo, pero a veces nos resulta difícil hacerlo, tratamos diferentes métodos, pero a menudo nos sentimos insatisfechos y nos preguntamos si nuestras oraciones están teniendo algún efecto.

Teniendo en cuenta todo esto, mi recomendación en tres pasos es:

  1. Pídale al Señor que le enseñe más acerca de la oración bíblica.
  2. Ponga en práctica lo que aprenda.
  3. Y espere Su respuesta con confianza.

CONFESIÓN DE FE:

BUSCARÉ CON DEVOCIÓN Y POR MEDIO DE LA ORACIÓN BÍBLICA ESTABLECER UNA COMUNIÓN VERDADERA Y EFICAZ CON DIOS, CON LA SEGURIDAD DE QUE ÉL ME ESCUCHA SIEMPRE ATENTAMENTE, Y ASÍ ESPERARÉ SU RESPUESTA CON CONFIANZA.

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Mikarov, Dios que está cerca (Jeremías 23:23). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, gracias quiero darte hoy porque Tú eres ese Dios que siempre está cerca y atento de los que en Ti creemos y en Ti confiamos, y podemos estar seguros de que la comunión contigo es verdadera en la medida que nosotros también nos acercamos a Ti, y tal vez la mejor forma sea por medio de la oración. Por eso hoy quiero citar al Apóstol Pablo en una de sus oraciones más sentidas, diciendo: Hoy caigo de rodillas y elevo una oración al Padre, el Creador de todo lo que existe en el Cielo y en la Tierra. Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, me fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu. Entonces Cristo habitará en mi corazón a medida que confío en Él. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo por enseñarme la oración bíblica; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

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