ROMANOS 14:17 (TLA) En el Reino de Dios no importa lo que se come ni lo que se bebe. Más bien, lo que importa es hacer el bien, y vivir en paz y con alegría. Y todo esto puede hacerse por medio del Espíritu Santo.
♥ ¡Qué increíble es que podamos tener paz en este mundo a través de la relación con el Espíritu Santo! El hecho de que la verdadera paz sea únicamente un rasgo del fruto del Espíritu en nosotros, nos quita un peso de nuestros hombros.
¡¡¡Dios nos infunde Su paz en las dificultades, es una paz que a veces ni logramos entender, porque definitivamente es sobrenatural, viene solo de Él!!!
Solo es posible vivir con verdadera paz si permitimos que el Espíritu Santo dé el fruto de su presencia en nuestras vidas. Recordemos Gálatas 5:22-23 que dice: “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas”. Entonces hoy puede elegir buscar el Reino de Dios sobre todo lo demás, solo permita que el Espíritu Santo traiga el Cielo a la Tierra, no solo en su vida sino en cualquier lugar al que vaya, busque una mayor comunión con el Espíritu Santo y disfrute de la paz que viene cuando Él está en usted, pues es imposible tener paz si no estamos conectados con Dios. Es imposible forzar la paz en nuestras vidas porque nos es imposible dar fruto con nuestras propias fuerzas. Bien dice el Señor Jesús en Juan 15:4:
“Permanezcan en mí, y Yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí”. La paz es un rasgo del fruto de permanecer en el Espíritu Santo, es el resultado de rendirle a Él nuestras perspectivas, relaciones, palabras, acciones, pensamientos y emociones.
Si estamos viviendo sin paz, es porque aún tenemos que permitir que el Espíritu Santo llene algún área de nuestra vida con su presencia. Si nuestros pensamientos no están marcados por la paz de la verdad de Dios, es porque aún no hemos permitido que el Espíritu renueve nuestras mentes con la Palabra que él inspiró. Si no tenemos paz en nuestras relaciones, es porque no le hemos permitido que nos revele su deseo para nosotros mismos o para los demás. Si la opinión de los demás nos roba continuamente la paz, es porque no hemos centrado nuestras vidas en torno a lo que Él opina de nosotros. La lista continúa, pero el punto sigue siendo el mismo; vivir en paz es permitir que el Espíritu impregne cada área de nuestra vida con su presencia poderosa, amorosa y transformadora.
☝🏼 Medite en la naturaleza de la paz como un rasgo del fruto del Espíritu Santo en usted, y piense en esto:
♥ ¿Qué áreas de su vida no están marcadas por el fruto del Espíritu?
♥ ¿Qué áreas de su vida no están llenas con la paz de Su presencia?
CONFESIÓN DE FE:
PERMITIRÉ QUE EL ESPÍRITU SANTO LLENE TODAS LAS ÁREAS DE MI VIDA, DE MANERA QUE SU FRUTO, EL AMOR, SE MANIFIESTE EN CADA UNA DE ELLAS, Y DE MANERA ESPECIAL EN ESTE TIEMPO TAN CONVULSIONADO, QUE EL RASGO DE LA PAZ SEA PARTE DE MI ESTILO DE VIDA.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Jehová Shalom, Dios de Paz (Jueces 6:24). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, el Príncipe de Paz (Isaías 9:6), hoy vengo a tu Presencia a darte gracias por tu Espíritu Santo, que estando en mí produce fruto, y me da la paz tan anhelada, porque sé que al permitirle obrar sin condición, pero con total convicción, esa paz que sobrepasa todo entendimiento estará asegurada para mi vida. Pero también quiero darte gracias hoy por la Cruz, lugar al cual puedo llevar todas mis cargas, mis luchas y necesidades que me roban la paz y hallar allí esa que solo Tú me puedes dar. Gracias Espíritu Santo por tu consuelo y ayuda permanentes para que yo viva la vida digna y llena de paz que produces en mí; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!