PADRE NUESTRO

MATEO 6:7-13 Y al orar, no usen vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que serán oídos por su palabrería. Por tanto, no se hagan semejantes a ellos, porque el Padre de ustedes sabe de qué cosas tienen necesidad antes que ustedes le pidan.  Ustedes, pues, oren así: Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, sea hecha tu voluntad, como en el Cielo así también en la Tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria por todos los siglos. Amén (RVA’15)

Cuando el Señor Jesucristo enseñó a sus discípulos a orar, les dijo que se dirigieran a Dios como “Padre Nuestro”. Antes habían escuchado decir a Jesús: “Mi Padre”, pero ahora, ellos también tenían parte en esa privilegiada relación familiar. Todos los que hemos nacido de nuevo en la familia de Dios tenemos este mismo derecho. 

Puesto que nuestras percepciones acerca de Dios son moldeadas por nuestros padres terrenales, todos tenemos diferentes percepciones acerca de Él, pero Jesús es el único que tiene un concepto exacto del Padre Celestial.

Consideremos siete de las principales maneras como Él se interesa por sus hijos:

  1. Ama: El amor de Dios es incondicional, ya que se basa en su naturaleza, no en nuestro desempeño (1 Juan 4:16).
  2. Escucha: Cuando oramos, Él nos da toda su atención (Salmo 55:16,17).
  3. Provee: El asume la responsabilidad de suplir todo lo que necesitemos (Filipenses 4:19).
  4. Guía: Es quien dirige nuestro camino cuando confiamos en Él (Proverbios 3:5,6).
  5. Protege: El Señor nos protege espiritual, emocional y físicamente, pasando por el tamiz de sus dedos soberanos cada una de nuestras experiencias (Salmo 121).
  6. Permanece: No está ausente, ya que Él nunca nos dejará ni desamparará (Deuteronomio 31:8).
  7. Disciplina: El Señor nos disciplina para nuestro bien, de modo que podamos participar de su santidad (Hebreos 12:5-11).

¡¡¡Aunque las experiencias con nuestros padres terrenales

pueden haber distorsionado nuestro concepto del Padre Celestial,

podemos aprender a verlo como Él es realmente!!!

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO DE QUE, VIENDO AL PADRE CELESTIAL A TRAVÉS DE LA VERDAD DE LA BIBLIA, EN VEZ DE MIS IDEAS PRECONCEBIDAS, VERÉ EVIDENCIAS DE SU AMOROSO CUIDADO, Y DESCUBRIRÉ UNA SEGURIDAD QUE NUNCA HABÍA CONOCIDO ANTES, ENTONCES PODRÉ DECIR ¡PADRE NUESTRO!

ORACIÓN:

Padre Nuestro que estás en los cielos, Elohim, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo (Génesis 1:1). Mi amado Dios Todopoderoso, se que te puedo llamar “Abba Padre” lo que es Papito lindo, amoroso, cuidadoso y misericordioso, pues Tú me has adoptado, por medio de Jesucristo, como uno de tus preciados hijos. Hoy quiero darte gracias por esa gran oportunidad de ser parte de tu privilegiada y maravillosa familia. Sin embargo, clamo a Ti para que la revelación de hijo tuyo venga a mí permanentemente, que se arraigue en mi corazón la verdad de que Tú me amas, me escuchas, me provees, me guías, me proteges, me disciplinas y especialmente permaneces y estás conmigo a donde quiera que yo vaya. Gracias Abba Padre; he orado en el Poderos Nombre de Jesús ¡Amén!

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