¡PÁRENSE FIRMES!

EFESIOS 6:10-17 (NTV) Una palabra final: sean fuertes en el Señor y en su gran poder. Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo. Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales. Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes. Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia de Dios. Pónganse como calzado la paz que proviene de la Buena Noticia a fin de estar completamente preparados. Además de todo eso, levanten el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del diablo. Pónganse la salvación como casco y tomen la espada del Espíritu, la cual es la Palabra de Dios.

Del llamado que Dios nos hace para cumplir su voluntad en nuestra generación, y el poder que nos da para que nos paremos firmes ante las asechanzas del enemigo para que no lo logremos.

☝🏼 ¿Sabía usted que está librando una batalla todos los días de su vida para cumplir el propósito del servicio a Dios?

El objetivo del enemigo es debilitar, engañar, ofender, atemorizar y extraviar del amor a los seguidores de Jesucristo, y de manera especial a sus siervos. Dios protege a todos los que le pertenecen a Él, para que los poderes malignos nunca puedan desmotivar nuestro trabajo por el Reino. Sin embargo, sí pueden llevarnos a pecar, causarnos desánimo, arruinar nuestro testimonio en Cristo y causar otros daños.

Hay un llamado para cumplir la Voluntad de Dios en nuestra generación, aunque hay mucha oposición, pero el Señor nos llama a pararnos firmes hasta el final

¡¡¡Él dice que sí se puede!!!

La exhortación principal en el pasaje que estudiamos hoy es “estar firmes”, y se menciona tres veces (Vs.11, 13 y 14). Pablo dice que el propósito de la armadura de Dios es capacitarnos para que nos mantengamos firmes en la batalla, y su lista de la armadura no estaría completa sin el calzado mencionado en el Vs.15. Las suelas de las sandalias de un soldado romano estaban confeccionadas con clavos de hierro, lo que les permitía pararse firmes ante un ataque enemigo.

Hoy, nuestro calzado de anclaje es la fe en el Evangelio, que no solo nos concede el estar en paz con el Padre Celestial, sino que también nos convierte en adversarios acérrimos de satanás.

Así que, plante bien sus pies y párese firme sobre una base sólida de fe, entonces nunca nada ni nadie podrá detenerlo para cumplir con el llamado de Dios.

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE CUANDO DESAPROVECHO LA PROTECCIÓN QUE TENGO EN CRISTO, ES MÁS PROBABLE QUE RETROCEDA EN LA LUCHA Y CEDA A LOS ATAQUES QUE EL ENEMIGO PUEDA URDIR PARA QUE NO LLEGUE HASTA EL FINAL DE MI PROPÓSITO DE SERVICIO; ENTONCES ME PARARÉ FIRME HASTA EL FINAL.

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Sali, El Señor es mi Roca Fuerte (Salmo 62:7). Mi amado Señor Jesucristo, Tú eres Dios Todopoderoso, mi defensor, mi refugio, mi protección de todo ataque; pero además eres Dios inmutable para siempre y Soberano Rey por los siglos de los siglos. Gracias quiero darte hoy, mi Padre lindo, por tus promesas de verdad para mi vida, hoy quiero apropiarme de cada una de ellas, especialmente de aquellas que me dan la potestad de ser llamado hijo tuyo y por lo tanto heredero de tu Reino y de tu poder juntamente con Cristo, y en las cuales puedo confiar para pararme firme en medio de cualquier ataque o circunstancia que sea urdido para entorpecer mi trabajo por tu Reino. Gracias, mi amado Señor y Salvador Jesucristo, pues en Ti tengo la certeza y la convicción para pararme firme y poder decir: ¡sí, yo lo creo y por eso voy sin temor ni duda a cumplir con tu propósito para mi vida! He orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

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