LUCAS 8:22-25 Cierto día Jesús les dijo a sus discípulos:
- Crucemos al otro lado del lago.
Así que subieron a una barca y salieron. Mientras navegaban, Jesús se recostó para dormir una siesta. Pronto se desató una tormenta feroz sobre el lago. La barca se llenaba de agua y estaban realmente en peligro. Los discípulos fueron a despertarlo:
- ¡Maestro! ¡Maestro! ¡Nos vamos a ahogar!, gritaron.
Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y a las tempestuosas olas. De repente la tormenta se detuvo, y todo quedó en calma. Entonces les preguntó:
- ¿Dónde está su fe?
Los discípulos quedaron aterrados y asombrados. “¿Quién es este hombre?, se preguntaban unos a otros. Cuando da una orden, ¡hasta el viento y las olas lo obedecen!”. (NTV)
♥ De las claves para adquirir paz interior.
¡¡¡Jesús prometió darnos Su Paz (Juan 14:27),
la misma que le permitió mantenerse dormido durante una feroz tormenta,
sin esa paz, seríamos como los discípulos que se sintieron perdidos y asustados,
pero con ella, tendremos serenidad interior en medio de la tormenta!!!
Para tener la paz del Señor, debemos cumplir ciertos requisitos:
- Recibir al Señor Jesús como nuestro Salvador personal. Antes de ser salvos éramos, por naturaleza, contrarios a Dios. Pero nuestra redención nos cambió. La Biblia dice que ahora tenemos paz con Él (Ro 5.10) y somos miembros de su familia, en vez de ser sus enemigos. El temor a la muerte, una de las razones por las que carecemos de paz, desaparece cuando conocemos la gloriosa verdad de que pasaremos la eternidad con Dios.
- Creer en la Soberanía del Señor. Es la segunda condición para tener un corazón tranquilo. En este mundo aquejado de problemas, la seguridad personal es una gran preocupación. Para combatir el temor, debemos confiar en que Dios está en control de todas las cosas.
- Dios conoce las necesidades. La tercera cosa que debemos hacer es entender que Dios conoce nuestras necesidades, y que ha prometido ocuparse de ellas (Filipenses 4:19). Él es un Padre que se deleita en dar cosas buenas a sus hijos. Es posible que no recibamos todo lo que queremos, pero nos dará lo que sea necesario para llevar a cabo su plan para nosotros.
CONFESIÓN DE FE:
AL RECIBIR A CRISTO COMO MI SALVADOR, EL ESPÍRITU SANTO ME RECUERDA QUE MI FUTURO ESTÁ ASEGURADO, Y QUE MI AMOROSO Y SOBERANO DIOS SE ENCARGA DE QUE TENGA TODO LO QUE NECESITO, Y ESTO ME TRAE PAZ INTERIOR.
ORACIÓN: Padre Celestial, Jehová Shalom, Dios de Paz (Jueces 6:24). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, el Príncipe de Paz (Isaías 9:6), hoy vengo a tu Presencia a darte gracias por tu Palabra que me promete y da la paz tan anhelada por cualquier ser humano, porque sé que, al creer en ti y en tus verdades consignadas en ella, con total convicción, esa paz interior que sobrepasa todo entendimiento estará asegurada para mi vida. Pero también quiero darte gracias por la Cruz, lugar al cual puedo llevar todas mis luchas y necesidades que me roban la paz y hallar allí la paz interior que solo Tú me puedes dar. Gracias Espíritu Santo por tu consuelo y ayuda permanentes, gracias, Dios mío por las convicciones que son el ancla para la vida digna y bendecida que me has prometido. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!