HEBREOS 6:9-12 Estimados hermanos, lo que acabamos de decir es duro, pero estamos convencidos de que ustedes son como tierra buena donde se cultiva la salvación. Dios no es injusto para olvidarse de todo el trabajo que han hecho y recordará que ustedes le han demostrado su amor ayudando al pueblo de Dios y que continúan haciéndolo. Queremos que cada uno de ustedes siga esforzándose así toda la vida hasta que vean completamente realizada su esperanza. No queremos que se vuelvan perezosos. Más bien, sigan el ejemplo de los que reciben las promesas de Dios porque tienen fe y paciencia. (PDT)
♥ Señor, te amo, pero…
✗ ¿Alguna vez ha pensado?: “Te amo, Señor, pero no me pidas que haga eso.”
✗ O tal vez le sirvió, pero su actitud no fue la correcta, pues dijo:
“Si nadie más lo hace, entonces supongo que tendré que hacerlo yo”.
♥ Veamos 4 razones que nos hacen ser servidores reacios:
- El Ajetreo. A veces nuestras agendas están tan llenas, que no dejamos espacio para obedecer al Señor. Necesitamos asegurarnos de tener límites en nuestra vida.
- La sensación de Incompetencia. Tal vez no nos sentimos calificados, y pensamos: “Seguro que hay otra persona más talentosa que yo”. Pero no se preocupe, Dios promete preparar a los que llama (2 Corintios 3:4-6).
- El Egoísmo. El servicio sacrificial no es cómodo. Puede requerir que cambiemos los planes, renunciemos a las comodidades o hagamos sacrificios económicos.
- La Falta de Amor. Esto es lo más difícil de reconocer, que no nos interesamos lo suficiente. Renunciar a servir a los demás demuestra nuestra falta de devoción al Señor. Si amamos a Cristo con todo nuestro corazón, le serviremos con gozo y ayudaremos a las personas de nuestra familia, lugar de trabajo, comunidad e iglesia.
♥ ¿Busca la dirección del Señor? O ¿Hace las cosas a su manera o es desobediente?
¡¡¡Cualquier servicio dado en el nombre de Cristo no será en vano,
usted experimentará la satisfacción y el gozo de dar,
y la seguridad de que Él no olvidará su sacrificio!!!
CONFESIÓN DE FE:
NO DEJARÉ QUE EL AJETREO DE LA VIDA, EL CREER QUE SOY INCOMPETENTE, EL EGOÍSMO O LA FALTA DE AMOR, SE CONVIERTAN EN PIEDRA DE TROPIEZO PARA SER ESFORZADO, VALIENTE Y DILIGENTE EN EL SERVICIO A MI SEÑOR Y SU PUEBLO.
ORACIÓN:
Dios y Señor nuestro, Jesús, El Ebed, Siervo de Dios y la humanidad por excelencia (Salmo 116:16). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, Adonai, siendo el mismo Dios, Rey de reyes y Señor de señores te has hecho siervo voluntariamente de todos nosotros y de Dios Padre. Gracias por amarme y servirme, pero hoy vengo a pedirte que pongas en mi ese mismo espíritu de servicio a Ti y a tu pueblo; que pueda yo desarrollar las cualidades espirituales necesarias, que no sea reacio a ello, pero principalmente pueda estar siempre dispuesto y disponible para servir donde y cuando Tú quieras. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo, por el modelo de servicio que me has dado, has cumplido con creces todos los requisitos; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!