GÁLATAS 5:22,23 (TLA) En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de todo esto.
♥ De cómo los verdaderos seguidores de Jesucristo debemos evitar las cosas que son completamente opuestas a lo que es amable, los antivalores del mundo que quieren corromper las buenas maneras y el que nos amemos los unos a los otros.
¡¡¡Ante todo, seamos amables!!!
El amor de Cristo se percibe mejor por medio de acciones que reflejan sus atributos, y de manera especial su Amor, entonces amemos y dejémonos amar
Piense en una ocasión en que alguien fue amable con usted. ¿Acaso no recuerda cada detalle de ese cálido momento? Del mismo modo, quienes le rodean recordarán cuando usted los trate de esa manera. La amabilidad no debe ser algo que expresemos solo cuando nos apetezca. Es fruto del Espíritu Santo, dependiente del amor, y debe ser una característica determinante de quiénes somos como hijos de Dios. Así como el Señor derrama su bondad sobre nosotros, Él espera que seamos amables al interactuar con los demás. (Romanos 2:4; Efesios 4:32)
Además de esto, el apóstol Pablo nos dice:
“vístanse de profunda compasión, de benignidad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia… Pero sobre todas estas cosas, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.” (Colosenses 3:12 y 14 RVA’15)
☝🏼 Observe cómo describe estos rasgos como una vestimenta: algo que podemos ponernos, algo en lo que podemos crecer; lo que quiere decir que tal vez la amabilidad puede no ser innata pero, gracias a Dios, puede aprenderse. Entonces, pídale al Espíritu Santo que le señale los momentos en los que alguien necesite recibir un gesto de aprecio, de amor.
♥ Y recuerde que eso no solo bendice a los demás, sino que también deleita a nuestro Padre Celestial.
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE EN LOS MOMENTOS EN QUE TODO ES INÚTIL, AÚN PUEDO AMAR Y SER AMABLE, SIN ESPERAR RECOMPENSAS O AGRADECIMIENTOS, Y SI CONSIGO ACTUAR DE ESTA MANERA, CON TODA SEGURIDAD LA ENERGÍA DEL AMOR COMENZARÁ A TRANSFORMAR EL ENTORNO EN QUE VIVO.
ORACIÓN:
Padre celestial, Elohim Chasdi, Dios de mi Amabilidad (Salmo 51:18). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, Tú eres Amable y trabajas para hacernos amables a tus seguidores, y tu misma vida y sacrificio son el ejemplo supremo de la amabilidad de Dios, y como si fuera poco, nos has enseñado y demostrado el amor sin condición para con toda la humanidad, pero también dices que lo derramas inagotablemente sobre los que te aman y obedecen tus mandatos; hoy quiero darte gracias por eso y pedirte que pongas en mi ese mismo amor y amabilidad sin condición para con mis semejantes, sin hacer acepción de personas ni tener en cuenta ofensas o comportamientos que puedan contrariarme. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo por tu modelo de amor incondicional e inagotable; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!