¿SINTIENDOSE INFERIOR?

EFESIOS 2:10 (NTV) Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.

Los sentimientos de inferioridad pueden llegar a ser verdaderamente catastróficos para la vida de quien los padece, pero nosotros no somos solo criaturas de Dios, somos sus hijos y somos su obra maestra.

💔 Testimonio de la vida real:

“A temprana edad, experimenté algunos sentimientos de inferioridad. Debido a que teníamos dificultades económicas, mi madre y yo no vivíamos en los “mejores” lugares de la ciudad ni yo usaba la “mejor” ropa. Incluso en la escuela, sentía que no estaba a la altura académica de los demás niños. La sensación de fracaso y de vergüenza por no cumplir los estándares y no ser lo suficientemente bueno era devastadora.”

¡¡¡En vez de esperar que alcancemos estándares imposibles, Dios, por su bondad, nos envuelve con su infinito amor, nos provee de su justicia por medio de Cristo y nos llama a confiar plenamente en lo que Él dice que somos!!!

La desdicha de la inferioridad nunca es lo que Dios pretende para sus hijos. Su semilla suele echar raíces en los corazones de los jóvenes, y prospera en una atmósfera de comparación. Este tipo de bagaje emocional puede tener ramificaciones debilitantes y esclavizantes en todos los aspectos de la vida. Los sentimientos de insuficiencia pueden evitar que una persona acepte correr riesgos saludables, la baja autoestima paraliza las relaciones personales y la comparación roba el contentamiento. Por eso necesitamos entender cómo nos ve Dios, así cuando surjan sentimientos de inferioridad, podremos aferrarnos a su opinión precisa en vez de hacerlo a nuestra opinión equivocada. Dice que somos hechura suya y, además, sus obras maestras. Cada persona está diseñada por el Creador según su plan. Las diferencias que nos llevan a hacer comparaciones y a sentirnos desanimados son las mismas cualidades que el Señor creó para darle gloria.

Los sentimientos de inferioridad son un obstáculo para llegar a ser las personas que el Padre Celestial tuvo en mente al crearnos, y un impedimento para cumplir su propósito para nuestra vida. Cuando se trata de nuestro valor, o bien aceptamos la verdad de su opinión, o bien decidimos no creerle para así confiar en nuestros propios sentimientos.

¿Cuál será su elección?

CONFESIÓN DE FE:

YO ELIJO, POR CONVICCIÓN PLENA, ACEPTAR LA VERDAD DE LA OPINIÓN DE MI SEÑOR, DE LO QUE ÉL DICE QUE YO SOY, LO QUE DICE QUE YO PUEDO Y LO QUE DICE QUE YO TENGO; PUES SOY SU MÁS MARAVILLOSA CREACIÓN Y UN HIJO AMADO Y APRECIADO DE DIOS.

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Osaynu, Dios nuestro Hacedor (Salmo 95:6). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, Tú eres nuestro Creador y por esa razón mereces ser el amo y dueño de todo lo que tenemos y todo lo que somos; y nos creaste perfectos, para ser únicos e irrepetibles, y si Tú no haces acepción de personas, y como lo dijo el apóstol Pedro (Hechos 10:34), no muestras favoritismos, nos podemos dar cuenta de que para Ti todos somos iguales, y entonces podemos vivir seguros de tu amor inagotable, que hace que en Ti esté nuestra identidad, nuestro valor, nuestra aceptación y nuestra aprobación, y no en la mentira que dice el mundo o su padre el diablo; ese sentimiento de inferioridad no puede conmigo pues yo soy tu obra maestra; gracias mi amado Señor Jesucristo; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

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