JUAN 16:31-33 (NTV) ¿Por fin creen? preguntó Jesús.
Pero se acerca el tiempo, de hecho, ya ha llegado, cuando ustedes serán dispersados, cada uno se irá por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.
♥ Cuando hacemos lo que Dios nos pide, con toda seguridad la soledad nos dirigirá hacia una relación más íntima con Él, y a entender mejor su manera de obrar y de amar
✍🏼 Esta es La breve nota que escribió una muchacha discapacitada, en verdad decía mucho, aunque era corta:
“Soy una persona incapacitada en una silla de ruedas. Me siento sola, a pesar de que sé que nunca estoy sola, pues Dios siempre está presente, no tengo mucha gente con quien hablar”.
La palabra soledad ha sido considerada la más desoladora del idioma español. No respeta edad, raza, condición económica, inteligencia, etc. Albert Einstein dijo: “Es extraño ser conocido universalmente, y al mismo tiempo sentirse solo”.
Dios nos hizo para la intimidad y la compañía con otras personas. Incluso antes que el pecado entrara en el mundo, declaró que no era bueno que el hombre estuviera solo (Génesis 2:18). Es por eso que mucha gente a menudo se siente tan vacía por dentro.
Jesús también conoció la soledad, seguro que la sintió cuando sus discípulos lo abandonaron (Marcos 14:50). Sin embargo, como podemos ver en el pasaje que estudiamos hoy, la presencia del Padre lo compensó de más, pues Jesús dijo:
“No estoy solo, porque el Padre está conmigo”.
Esa intimidad con el Señor está disponible para todos los que ponemos la confianza en Él y en su Palabra, y además podemos disminuir nuestra sensación de soledad acercándonos a los demás.
♥ Pero incluso más importante es que debemos acercarnos al Señor.
Cada vez que se sienta solo, clame al Señor y recuerde su promesa de estar con usted siempre y en todo lugar, y de manera especial en esa que dice:
¡¡¡“NUNCA TE FALLARÉ. JAMÁS TE ABANDONARÉ”!!!
(Hebreos 13:5B)
CONFESIÓN DE FE:
ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO DE QUE EL SEÑOR SIEMPRE ESTÁ CONMIGO, EN TODO LUGAR Y CIRCUNSTANCIA Y QUE DESEA QUE TENGA UNA COMUNIÓN ÍNTIMA CON ÉL, ENTONCES ASÍ LO HARÉ, DE MANERA QUE ESE SENTIMIENTO DE SOLEDAD Y AISLAMIENTO SEA DERROTADO POR SU PRESENCIA EN MÍ.
ORACIÓN:
Dios y Señor Nuestro, Immanu El, Dios que está con nosotros (Isaías 7:14). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, sé que tu deseo es estar siempre con nosotros, y nos has creado de tu naturaleza para compartirte con nosotros para siempre, has prometido que estarás con nosotros hasta el fin del mundo y que iras con nosotros donde quiera que vayamos, así que yo lo creo y me apropio de esa promesa, de manera que pueda vencer la soledad que en algún momento o circunstancia me pueda embargar. Tú eres el Dios Omnipresente, por tanto sé que está asegurada tu compañía, para los que en Ti y confiamos creemos, en todo tiempo y lugar. Gracias Padre Celestial; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!