VERDADERO PRIVILEGIO

FILIPENSES 3:7-11 Pero todo aquello que para mí era valioso, ahora lo considero sin valor por causa de Cristo. Es más, todo lo considero una pérdida comparado con el supremo valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por Él lo he perdido todo y lo considero basura, con tal de ganar a Cristo y encontrarme unido a Él. No quiero la justicia propia que viene de obedecer la ley, sino la que se obtiene por la fe en Cristo. Esa es la justicia que viene de Dios y está basada en la fe. Lo he perdido todo con tal de conocer a Cristo, de experimentar el poder de su resurrección, de tener parte en sus sufrimientos y de llegar a ser semejante a Él en su muerte. Así espero llegar a resucitar de entre los muertos. (NBV)

De lo que es el verdadero privilegio de conocer al Señor; y cómo lo podemos lograr a través de la lectura y meditación concienzuda y disciplinada de Su Palabra.

¡¡¡Saber acerca de Dios no significa conocer a Dios!!!

Cualquiera puede saber hechos sobre Él, pero un verdadero seguidor

de Jesucristo pasa tiempo con Él, en oración, leyendo y meditando Su Palabra

Una de las principales y más efectivas maneras de conocer al Señor es a través de Su Palabra. Al leer la Biblia, descubrimos la naturaleza, los principios y la manera de actuar de Dios. Por desgracia, muchas personas se olvidan de que también es importante meditar en la Biblia, lo que implica pensar en las Palabras de Dios y permitir que el Espíritu Santo las interprete. Esta práctica profundiza aún más el conocimiento del creyente. Por último, aplicamos lo que aprendemos, que es cuando llegamos a conocer verdaderamente al Señor para ser sus seguidores.

Por ejemplo, supongamos que leemos en el Salmo 46:1 que Dios es nuestro amparo, fortaleza y pronto auxilio en las tribulaciones, y cuando los problemas aparecen, confiamos en Él para que nos ayude. Cuando Él responde, y lo hará, aunque no siempre de la manera en que nosotros imaginamos o esperamos, aprendemos que Dios premia nuestra confianza y dependencia con una solución.

Ustedes saben que con mucha frecuencia exhorto a todos los creyentes, cristianos y seguidores de Jesucristo, a leer y meditar la Biblia, pero no me refiero a hojear sus páginas en busca de información, sino hacerlo con interés y disciplina.

Ella es un documento vivo y eficaz, y cuando usted sigue sus instrucciones, descubre que Dios no es una deidad antigua y dictatorial, sino que el Señor es un amigo extraordinario que quiere que lo conozca y estar siempre con usted.

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE CONOCER VERDADERA Y PROFUNDAMENTE AL SEÑOR JESÚS ES UN PRIVILEGIO QUE ÉL MISMO ME CONCEDE, Y PARA ESO ME HA DEJADO SU PALABRA COMO HERRAMIENTA PRINCIPAL PARA LOGRARLO, ENTONCES LA LEERÉ Y MEDITARÉ CON DISCIPLINA Y CON LA AYUDA DEL ESPÍRITU SANTO.

ORACIÓN:

Dios Todopoderoso, Elohim Cahiyim, Dios Viviente (Jeremías 10:10). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, sé que eres Dios vivo y el dador de vida, pues has creado la vida y todo lo que vive, y quieres dar vida eterna y abundante, la vida zoe (plena y abundante) que nos has prometido. Espíritu Santo de Dios, hoy clamo a Ti para que pongas en mí el deseo fuerte e irresistible de buscar más de Ti, en una vida devocional disciplinada que me lleve al deleite en tu Palabra y en tus enseñanzas y así poder conocerte cada día más. Gracias por estar siempre ahí, pronto para resolver mis dudas, vencer mis temores y darme las herramientas necesarias y suficientes para liberarme de mis angustias y dificultades, especialmente gracias por tu Palabra. He orado en el Poderoso Nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo ¡Amén!

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