EFESIOS 2:4-6 (NTV)
Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con Él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.
♥ El pasaporte es un documento muy importante e indispensable para moverse por las naciones del mundo, y además es un documento personal e intransferible.
🚫 De igual forma, sin el pasaporte correcto no hay entrada al Reino de Dios.
¡¡¡No se puede entrar al Reino de Dios con el pasaporte equivocado; no se puede usar el pasaporte de nadie más, es necesario tener el propio y debe estar vigente; no puede ser falso ni falsificado, y debe estar reconocido por el Gobierno Celestial!!!
El pasaporte al Cielo no se otorga por ser religiosos, morales, ricos, educados, protestantes, evangélicos ni por ninguna otra cualificación. Este pasaporte se otorga por la gracia de Dios, que nos da nuevo nacimiento a través del Evangelio. Pues recordemos que Jesús nos aseguró que sin este renacimiento nunca entraremos en, ni veremos el Reino de Dios. (Juan 3:3)
El Gobierno de cada nación le otorga a sus ciudadanos un pasaporte solo porque nacieron en esa nación. No se hace nada para conseguirlo, simplemente los trámites correspondientes para la expedición de este; pero se puede tener por derecho de nacimiento. Igual Dios me ha dado mi propio pasaporte a Su Reino mediante la muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo, quien derramó su Espíritu en la regeneración. No hice nada para conseguirlo; lo tengo por fe y entonces derecho de renacimiento. Pero al viajar por el mundo, podemos descubrir que, si bien el pasaporte es valioso y respetado por otros gobiernos, es el pasaporte cristiano el que abre las puertas, los hogares y los corazones de otras personas. Porque el pasaporte cristiano no es un documento como los emitidos por gobiernos y naciones, sino una carta escrita por nuestro Señor Jesús en corazones humanos. Porque el Reino de Dios se parece más a una familia que a una nación, y sus miembros son más hermanos y hermanas que ciudadanos y contribuyentes.
No confié en la expresión que dice “para el cielo vamos todos”, la advertencia de Jesús es clara; al Cielo solo van los que lo han aceptado como su único Salvador y Señor, y que entonces han Nacido de Nuevo, y ese es el pasaporte cristiano. Nuestro pasaporte es la realidad de vidas transformadas por el nuevo nacimiento bajo un mismo Señor y Salvador.
♥ Podemos hablar con diferentes acentos, e incluso diferentes idiomas, pero el mensaje de nuestros corazones es uno, y la comprensión común de la muerte y resurrección de Jesús por nosotros, nos permiten hablar al corazón de los demás y compartir las grandes verdades de Dios.
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE MI PASAPORTE AL REINO OPERA AHORA EN ESTE MUNDO, Y COMO CRISTIANO PUEDO TESTIFICAR DE ELLO, PORQUE YA HE SIDO RESUCITADO PARA SENTARME CON CRISTO Y CON OTROS SALVOS EN LOS LUGARES CELESTIALES POR LA ETERNIDAD, Y GRACIAS A ESE DOCUMENTO CELESTIAL.
ORACIÓN:
Dios y Señor Nuestro, Elohim Yishi, Dios de mi Salvación (Salmo 25:5). Mi amado Señor Jesús, me has prometido que, si creo en Ti, todo lo que hice mal será perdonado, entonces tendré mi pasaporte al Reino y un día me aceptarás en tu Hogar Eterno en el Cielo. Gracias porque puedo estar seguro de que cumplirás tu promesa, puedo estar seguro de mi salvación. Hoy estoy agradecido por tu amor y sacrificio que me permiten unirme a Ti para siempre en mi Hogar Celestial. Gracias porque no tengo que ganar ni trabajar para tener ese pasaporte, porque sé que es imposible, quiero usar el resto de mi vida para servirte en lugar de servirme a mí mismo. Humildemente te entrego mi vida y te pido que me salves y me aceptes en tu familia. He orado en tu Poderoso Nombre, Jesús ¡Amén!