1 PEDRO 2:1-3 (NBV) Por lo tanto, dejen de hacer toda clase de mal, todo engaño, hipocresía, envidias y chismes. Como niños recién nacidos busquen con ansias la leche pura de la Palabra. Así, por medio de ella crecerán en su salvación, ahora que han probado lo bueno que es el Señor.
♥ De cómo deleitarnos, disfrutar y gozarnos, como lo hace un bebé con la leche materna, con el festín que nos puede proveer la Palabra de Dios, la Biblia.
¡¡¡La Palabra de Dios es un festín para nuestro corazón, mente y espíritu; es una mesa de banquete preparada por el Señor, donde no resulta imposible comer demasiado!!!
☝🏼 ¿Ha visto usted alguna vez a un bebé tomarse un tetero?
La hambrienta criatura lo agarra firmemente y hace suaves ruiditos de satisfacción, disfruta a fondo su alimento, pero llega el momento en que la leche ya no es suficiente para saciar el apetito del bebé, allí es cuando se abre todo un mundo de posibilidades culinarias para nutrirlo y satisfacerlo.
Al comparar a los nuevos creyentes con los bebés, el apóstol Pedro dijo que ellos deberían desear la leche no adulterada, pura de la Palabra de Dios. Usted no alimentaría a un recién nacido con un bistec a caballo y ensalada, ¿verdad? Pues bien, los bebés espirituales deben consumir poco a poco las verdades bíblicas. Entonces, como un niño que crece rápidamente, se deleitarán con los pasajes de la Biblia, ingiriendo gradualmente principios y temas más sustanciosos. Y, por otro lado, estos creyentes no son dejados para que se las arreglen por sí solos tratando de comprender las Sagradas Escrituras, de la misma manera que no se espera que los bebés consigan y consuman su alimento por sí mismos. El Espíritu Santo, que mora en los seguidores del Señor, aclara el significado de la Palabra para quienes buscan comprenderla. Además, según Efesios 4:11-16 (Léalo), Dios ha dado a la iglesia pastores y maestros, con la responsabilidad de equipar a los cristianos para el servicio (Vs.12).
♥ Estos líderes instruyen, clarifican y motivan a los seguidores, a través de la Palabra, a tener fe y a cumplir con el propósito de cualquier cristiano de alcanzar a los perdidos.
CONFESIÓN DE FE:
EL CONSEJO QUE MUCHOS PADRES DAN A SUS HIJOS EN LA MESA SE APLICA TAMBIÉN A LA VIDA CRISTIANA: COME PALABRA, EL ALIMENTO BÍBLICO TE HARÁ CRECER FUERTE. ENTONCES ASÍ LO HARÉ, Y AYUDARÉ A LOS RECIÉN NACIDOS ESPIRITUALES A QUE LO HAGAN TAMBIÉN.
ORACIÓN:
Padre Santo, El Emet, Dios de la Verdad (Salmo 31:5). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, es claro que Tú eres la fuente última de la realidad, y que todo lo que se relaciona contigo y tu Palabra es verdad y es real. Por tanto, Dios Padre, sabemos que el Nombre de tu Hijo amado, Jesús, es grande y poderoso, y que tu Espíritu Santo es el tutor perfecto para comprender a cabalidad tu Palabra y los propósitos que tienes con la vida de cada uno de nosotros tus hijos, los que en Ti creemos y en Ti confiamos. Hoy te pido más hambre y más sed de tu Palabra, de conocer de Ti, un espíritu de revelación que me instruya cada día para madurar paso a paso en mi vida espiritual y para que pueda poner en práctica en mi vida cotidiana cada uno de los principios y valores que has implantado por medio de ella en mi corazón. Gracias Espíritu Santo por tu guía, tu instrucción y tu consuelo permanentes; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!