CONOCER Y PRACTICAR (El Amor)

1 JUAN 4:18-21 (RV60) En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de Él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.

Debemos conocer el real Amor de Dios para poder practicarlo.

Existen cristianos que nunca han conocido el real Amor de Dios. Ellos viven un cristianismo legalista donde las reglas son las que gobiernan la “relación” con Dios. Si cumplen ciertas leyes “Dios no les castiga”. Viven un cristianismo bajo temor.

En el pasaje que estudiamos hoy podemos ver como la Biblia enseña claramente que el cristiano no puede vivir bajo el temor, pues el temor no proviene de Dios. Cuando alguien tiene un encuentro personal con el Señor su vida toma contacto con el verdadero Amor del Padre Celestial. Se origina entonces una relación sublime y perfecta que no se puede igualar con nada.

¡¡¡El amor de Dios es más que un sentimiento, es una manifestación especial de la bondad y el cuidado del Señor para con sus hijos, y es por eso que si caminamos bajo ese precioso amor no puede haber temor en nuestras vidas!!!

El temor asustadizo, que nos oprime y nos hace vivir en una esclavitud espiritual, nunca proviene del Señor. En Cristo siempre hay verdadera libertad. El temor abre las puertas a la influencia del mal y nos lleva vivir bajo condenación y castigo continuo, así que es tiempo que deje de vivir bajo ese concepto erróneo legalista, que le ha enseñado a vivir bajo el temor opresor y castigador, pues Cristo ha pagado por usted un gran precio para que ahora pueda vivir bajo una libertad espiritual jamás soñada.

Pídale a Dios una revelación de Su Amor en su vida, porque en la medida que somos perfeccionados en el amor del Señor más lejos estaremos de vivir bajo temor.

De esta manera podremos practicar el Amor real de Dios con Él mismo y con nuestros hermanos o semejantes.

CONFESIÓN DE FE:

YO HOY DECLARO QUE VIVO BAJO EL AMOR DE DIOS Y POR LO TANTO TODOS MIS TEMORES SE VAN DE MI VIDA; HE CONOCIDO EL AMOR DE MI SEÑOR JESUCRISTO Y ESE AMOR ME HA DADO LIBERTAD EN TODAS LAS ÁREAS DE MI VIDA; POR ESO ME DEDICARÉ A PRACTICARLO CON ÉL Y CON MIS SEMEJANTES.

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Kjesed, Dios de Amor Fiel e Inagotable (Éxodo 20:6). Amado Dios y Señor, Jesucristo, hoy quiero darte gracias por esa predisposición incondicional y altamente favorable que tienes por mí, y que manifiestas por medio de tu Amor, misericordia, bondad, lealtad y fidelidad, con ese amor que asume obligaciones elegidas voluntariamente, amándome primero y sin condición (1 Juan 4:8). Gracias Señor Jesús, porque en Ti puedo vivir bajo tu Amor y no bajo el temor del enemigo, gracias por romper mis cadenas de temor y enseñarme a vivir bajo tu dulce y precioso amor, Tú me has sacado de la esclavitud del pecado y la influencia del mal no prospera en mi vida, pues Tú me has dado la verdadera libertad, de manera que puedo manifestar ese mismo Amor real de Dios a mis semejantes. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

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