HONRA Y ADORACIÓN

SALMO 34:1-3 Alabaré al Señor en todo tiempo; a cada momento pronunciaré sus alabanzas. Solo en el Señor me jactaré; que todos los indefensos cobren ánimo. Vengan, hablemos de las grandezas del Señor; exaltemos juntos su Nombre. (NTV)

De cuando las expresiones de adoración y alabanza se convierten en una verdadera forma de honrar a Dios, sin importar las circunstancias de tiempo o lugar.

¡¡¡Jesucristo vale más que cualquier tesoro que este mundo ofrezca!!!

Honramos y glorificamos a Dios fuera y dentro de la iglesia, de hecho, la adoración y la alabanza deben impregnar todas las áreas y todos los tiempos de nuestra vida

Pero ¿cómo?; existen dos formas claves y principales:

  1. Una manera evidente de honrar y adorar al Señor es con nuestras voces.

La verdadera adoración fluye de las bocas de los creyentes que están enfocados en los atributos de Dios. Desean honrarlo por quién es, lo que ha hecho y lo que ha prometido para el futuro. La adoración genuina permite que el Señor llene nuestros corazones y nuestras mentes con su presencia en cualquier lugar.

2. Nuestro Dios también es honrado y adorado cuando le servimos.

Fuimos creados con el propósito de traer honor y gloria a Su Nombre. Por tanto, nada debe limitar nuestra disposición de trabajar para el Rey, en particular cuando tengamos la oportunidad de compartirlo con otros. Honramos a Dios cuando hablamos con valentía de Su gracia y Su obra; los testimonios de los seguidores de Jesucristo son una forma excelente y honrosa de adoración y alabanza, que magnifica el Nombre de Jesús.

Entonces honramos con adoración y alabanza al señor cuando lo hacemos con todas nuestras fuerzas, con todo nuestro ser: alma, cuerpo y espíritu, utilizando diferentes formas de expresión, porque Él es nuestro Dios y nosotros somos sus adoradores en espíritu y en verdad; y porque definitivamente sí, Jesucristo vale más que cualquier tesoro que este mundo ofrezca.

Por lo cual, amarlo y comprender lo que ha hecho por nosotros debe ser toda la motivación que necesitamos para honrarlo, es decir, adorarlo y alabarlo con nuestra vida, sin importar donde ni como nos encontremos.

CONFESIÓN DE FE:

HONRARÉ AL SEÑOR MI DIOS CON MI ADORACIÓN Y ALABANZA EN TODO TIEMPO, Y NO SOLO MANIFESTADAS A TRAVÉS DE LOS CÁNTICOS E HIMNOS, SINO TAMBIÉN PONIÉNDOME AL SERVICIO DE SU REINO Y SIN IMPORTAR DONDE ME ENCUENTRE.

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Tehilati, Dios de mi Alabanza y Adoración (Salmo 109:1). Mi Dios y Señor Jesucristo, Tú eres el único merecedor de toda honra y loor, de mi alabanza y adoración, pues Tú has cambiado mi lamento en gozo, para que pueda sacrificarte alabanza y adoración que honre y exalte tu Glorioso Nombre. Gracias Dios mío por darme la oportunidad de alabarte y adorarte como Tú lo pides, en espíritu y en verdad, es un privilegio y el gozo de mi alma y de mi salvación; yo quiero ser un verdadero adorador por más que las circunstancias de tiempo y lugar no sean las apropiadas, o las formas de expresarlo no sean las tradicionales. Gracias mi Señor Jesús por levantarme en la alabanza y la adoración, hoy consagro mi boca, mi lengua y mis palabras para honrarte y glorificarte, he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

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