LA CURA DE LA ALABANZA

SALMOS 103: 1-3 Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; (VR60)

♪ Alabanza es exaltar a Dios por lo que Él hace por nosotros.

♪ A través de los tiempos, la gente ha estado en busca de curas milagrosas para sus enfermedades, afecciones, dolores y sufrimientos. Actualmente por todo el mundo, la gente está buscando ayuda y alivio al dolor y al sufrimiento, y muchos están dispuestos a pagar mucho dinero para obtener la cura a sus dolencias. Sin embargo, la Biblia nos habla de una cura que no cuesta nada ¡Una cura que ya quedó paga!

¡La muerte y resurrección de Jesucristo se nos proveyó una cura que no nos cuesta nada! Y si la administramos fielmente, ésta obrará en todo tiempo.

♪ ¡¡¡El nombre de esta cura se llama alabanza!!!

♪ Aquellos que hemos nacido de nuevo y comprendemos la gracia, el poder y la fidelidad de Dios tenemos el derecho de apropiarnos de las bendiciones de la alabanza en nuestras vidas.

♪ La más grande cura conocida para la humanidad puede ser hallada cuando se alaba a Dios. La más grande liberación conocida para el hombre está al alcance de cada creyente sobre esta tierra: se encuentra alabando a Dios con un corazón sincero, lleno de amor y gratitud.

♪ ¡La cura de la alabanza está fundamentada en la Palabra de Dios! Por esto es que es tan efectiva y da garantía de buenos resultados en medio de las dificultades.

¡¡¡La cura de la alabanza es una que nunca falla,

actúa en cualquier circunstancia o situación y es agradable y efectiva!!!

CONFESIÓN DE FE:

JESÚS PAGÓ EL MÁS ALTO PRECIO PARA DARME VIDA ETERNA, SANIDAD Y LIBERTAD PARA ALABARLE. POR TANTO, CON UN CORAZÓN AGRADECIDO, PERMITIRÉ QUE LA ALABANZA SE CONVIERTA EN UN ESTILO DE VIDA EN Mí Y DEJARÉ QUE SUS ALABANZAS FLUYAN CONTINUAMENTE DE MIS LABIOS.

ORACIÓN:

Padre Hermoso, Elohay Tehilati – Dios de mi alabanza (Salmo 109:1). Mi amado Dios, te alabo por que eres tan bueno, ¡en todo tiempo lo eres! Te doy gracias por que la Sangre del Señor Jesucristo en el calvario compró y puso en acción la cura de la alabanza en mi vida. Te pido que en medio de las dificultades me recuerdes que Tú eres supremamente merecedor de mis alabanzas y que, en toda circunstancia o necesidad, mi alabanza y gratitud genuinas traerán buenos resultados a mi vida. Te amo precioso Señor, mi redentor y sanador; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!

Paula Andrea Lamus C.

Ministra de Alabanza – ETDM / YADAH

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