¡¡¡OBRANDO!!!

JUAN 5:15-19 Entonces el hombre fue a ver a los líderes judíos y les dijo que era Jesús quien lo había sanado. Entonces los líderes judíos comenzaron a acosar a Jesús por haber violado las reglas del día de descanso. Pero Jesús respondió:

  • Mi Padre siempre trabaja, y Yo también.

Entonces los líderes judíos se esforzaron aún más por encontrar una forma de matarlo. Pues no solo violaba el día de descanso, sino que, además, decía que Dios era Su Padre, con lo cual se hacía igual a Dios. Entonces Jesús explicó:

  • Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo. (NTV)

Aunque en algunas ocasiones nosotros no lo podamos ver o, inclusive sentir, Dios está obrando permanentemente en nuestras vidas. (Leer Juan 5:1-23)

A lo largo de la Biblia vemos a Dios trabajando en la vida de las personas:

A veces, actúa de manera dramática, como cuando abrió el Mar Rojo para que los israelitas escaparan del ejército egipcio. (Éxodo 14:10-14)

En otras ocasiones, puede parecer que no está haciendo nada. Marta y María mandaron a decir a Jesús que su hermano necesitaba su ayuda, pero Cristo se demoró tres días antes de llegar a ellas (Juan 11:3-6).

El Espíritu Santo nos ayuda a reconocer la Presencia y el trabajo de Dios. Lo hace mediante el cultivo de nuestra capacidad de discernir cuándo y dónde está el Señor obrando. Además de discernimiento espiritual, tenemos que desarrollar confianza, porque Dios actúa conforme a su plan, no al nuestro:

A Abraham se le prometió una descendencia numerosa, pero hubo una larga espera antes de que su esposa concibiera; de hecho, él y Sara ya no estaban en los años fértiles.

El trabajo del Señor puede proporcionar gozo, como fue el caso de Ana, cuando se convirtió en madre (1 Samuel 1:27-2:1).

Su plan puede también dar lugar a períodos dolorosos, como fue la experiencia de José, antes de que el Señor lo elevara a una posición de autoridad para ayudar a su familia, fue vendido como esclavo y encarcelado injustamente.

En el pasaje que estudiamos hoy, vemos que Jesús dijo a sus discípulos que su Padre trabajaba siempre, y que Él también hacía lo mismo. Así que…

Seremos alentados y fortalecidos en nuestra fe,

si reconocemos las maneras como Dios está actuando.

Estas señales de su trabajo nos motivarán a perseverar hasta el final

y a mantener Su perspectiva en cuanto a la vida

¡¡¡Dios sigue en Su Trono, y aunque no lo podamos ver ni sentir,

está obrando, confía en Él!!!

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE SERÉ ALENTADO Y FORTALECIDO CUANDO RECONOZCA LAS MANERAS COMO DIOS ESTÁ OBRANDO. ASÍ QUE CONFIADO EN SU OBRA RESISTIRÉ HASTA EL FINAL, Y ASÍ PODRÉ MANTENER UNA PERSPECTIVA AGRADABLE A ÉL.

ORACIÓN:

Padre Nuestro que habitas en el Cielo, Elohim Chaiyim, Dios Viviente (Jeremías 10:10). Mi amado Dios y Señor Jesús, sé que estás vivo y trabajando desde tu Trono, Tú eres el dador de vida, pues has creado la vida y todo lo que vive, y no has prometido vida eterna y abundante a los que en Ti creemos. Por eso hoy quiero darte gracias porque, aunque no te pueda ver sé que estás obrando permanentemente en mi vida, sé que eres un Dios en actividad, que no descansas de trabajar para tu creación, para hacer de nosotros, tus hijos, los que en Ti creemos y en Ti confiamos, verdaderos seguidores tuyos, discípulos fuertes y maduros, entonces puedo estar confiado en tus planes y propósitos para mi vida. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por obrar en mí; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

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