TENTACIONES

SANTIAGO 1:12-15 Dios bendice a los que soportan con paciencia las pruebas y las tentaciones, porque después de superarlas, recibirán la corona de vida que Dios ha prometido a quienes lo aman. Cuando sean tentados, acuérdense de no decir: “Dios me está tentando”. Dios nunca es tentado a hacer el mal y jamás tienta a nadie. La tentación viene de nuestros propios deseos, los cuales nos seducen y nos arrastran. De esos deseos nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se deja crecer, da a luz la muerte. (NTV)

♥ De nuestra lucha con las tentaciones.

Si hay algo que todos hemos experimentado son tentaciones. Todos hemos envidiado algo nuevo, atractivo o poco común que otra persona posee.

♥ ¿Qué es “eso”? El objeto de la tentación podría caer dentro de varias categorías. Tal vez sea algo tangible, como una casa o un automóvil; o podría ser algo de naturaleza física o emocional, como la emoción que produce una relación nueva o el reconocimiento por un trabajo bien hecho. Independientemente de la categoría, las tentaciones nos hacen desear lo que no tenemos. Si nos pusiéramos a pensar en los pros y los contras, es posible que la conversación en nuestra mente sonara algo así: 

♥ ¿Es bueno para mí? Eso no tiene importancia. 

♥ ¿Me beneficiará a mí y a mi familia? Ese no es el punto.

♥ ¿Pudiera causar daño a alguien que amo?

Es que la tentación no conoce la lealtad. Es una bestia furiosa que, si se deja sin control, puede destruir nuestra vida. En pocas palabras, las tentaciones nos impulsan a satisfacer los deseos que nos fueron dados por Dios más allá de los límites que Él ha puesto. Por ejemplo, la sexualidad humana es un regalo precioso del Señor, pero muy a menudo se utiliza fuera de los límites que nuestro Creador estableció originalmente. ¿Significa esto que el deseo sexual es malo? De ningún modo. Sin embargo, si no se controla puede ser el punto de partida para todo tipo de problemas.

♥ ¿Está usted permitiendo que un deseo controle su vida? Acabe con el dominio de la tentación. Dé gracias a Dios por los deseos que Él ha puesto en su corazón, y pídale que tome el control de cada uno de ellos.

¡¡¡Las tentaciones no conocen la lealtad, pues son bestias furiosas que, 

si se dejan sin control, pueden destruir nuestra vida!!!

CONFESIÓN DE FE:

LAS TENTACIONES PUEDEN SER MUY ATRACTIVAS, PERO NO IRRESISTIBLES, ASÍ QUE SERÉ FUERTE Y ME MANTENDRÉ FIRME, Y DIOS, QUE ES FIEL, ME DARÁ SU AYUDA PARA QUE ESCAPE DE ELLAS (1 CORINTIOS 10:13).

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Salí, Dios mi Roca (Salmo 62:7). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, Todopoderoso eres Tú, Fuerte Guerrero, Tú eres mi defensor, mi refugio, mi protección de todo ataque que pueda urdir el enemigo en mi contra. Por eso estoy convencido y seguro que, como dice el salmista, puedo confesar yo: Mi victoria y mi honor provienen solamente de Dios; Él es mi refugio, una roca donde ningún enemigo puede alcanzarme. Gracias, mi amado Señor y Salvador Jesucristo, porque Tú me das las herramientas para soportar, resistir y salir de las tentaciones. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!

Pr. Juan Manuel Lamus O.

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