¿TURBADO?

JUAN 14:1…25-27 No se turbe el corazón de ustedes. Creen en Dios; crean también en mí…  Estas cosas les he hablado mientras todavía estoy con ustedes. Pero el Consolador, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi Nombre, Él les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que Yo les he dicho. La paz les dejo, mi paz les doy. No como el mundo la da Yo se la doy a ustedes. No se turbe su corazón ni tenga miedo. (RVA’15)

De cómo actuar cuando nuestro corazón está turbado, lleno de temor.

Piense en las cosas que le inquietan, quizás esté enfrentando circunstancias difíciles, tales como: una necesidad económica, tensiones en una relación, problemas laborales o una enfermedad prolongada. Entonces pueden surgir esta clase de preguntas:

¿Qué tiene turbado o sujetado su corazón?

¿Cómo dejar de tener un corazón angustiado?

¿Qué debemos hacer con las situaciones difíciles que enfrentamos?

Las palabras de Cristo, en el pasaje que estudiamos hoy, pueden parecer una respuesta absurda a nuestro problema, porque decir: “No se turbe el corazón de ustedes”, no cambia nuestros sentimientos. Sin embargo, una traducción más exacta es:

¡Ya no sigas turbado, asustado! Jesús no está diciendo que debemos negar nuestros sentimientos y poner una cara feliz, sino más bien que no debemos dejar que el temor y la ansiedad nos venzan. Sí, experimentaremos pruebas, pero por el poder del Espíritu Santo somos capaces de sobrellevar las luchas con la paz de Cristo.

Pero ¿cómo podemos pasar de una angustia abrumadora a una paz imperturbable?:

  1. Empiece por centrarse de inmediato en el Señor, no en las circunstancias, confiando en que Él le ayudará.
  2. Lea su Palabra para que pueda entender la perspectiva del Señor sobre el problema y descubrir sus promesas al respecto.
  3. Créale a Dios, y luego haga todo lo que Él dice, porque usted nunca podrá tener de su paz si no le obedece.
  4. Y, por último, presente sus problemas al Señor en oración, pidiéndole no solo que los quite, sino también dando gracias por la fortaleza y sabiduría que Él le da para soportarlos y superarlos.

La próxima vez que sienta un ataque de temor o ansiedad que le turba su corazón, recuerde el remedio de Jesús:

“Creen en Dios; crean también en mí…”

Si usted cree de corazón que Jesucristo le ama,

y que tiene un buen propósito para permitir esa dificultad en su vida,

puede darle las gracias, no importa lo que sienta o cuál sea el resultado

¡¡¡La fe siempre trae Su paz!!!

CONFESIÓN DE FE:

ENFRENTARÉ EL TEMOR Y LA ANSIEDAD DE LA MANO DE DIOS, PUES SÉ QUE POR MÁS QUE MIS SENTIMIENTOS ME DIGAN LO CONTRARIO, EL ME DARÁ LAS FUERZAS NECESARIAS Y SUFICIENTES PARA SOPORTAR Y SUPERAR LA TURBACIÓN.

ORACIÓN:

Padre Santo y Poderoso, El HaGadol, El Gran Dios (Deuteronomio 10:17). Dios y Señor nuestro, Jesucristo, Tú eres grande en muchas maneras: tu naturaleza, tus atributos, tus obras, tu poder y tu misma grandeza; sé que eres el Dios de los imposibles. Es por esta razón y por el testimonio de tu presencia en mi vida, trabajando en pos de los propósitos que has deparado para mí, que yo confío plenamente en tu protección, en tu sabiduría, en tu misericordia y especialmente en tu amor incondicional, ya que han sido tan evidentes en mi diario vivir. Tú eres mi castillo y mi fortaleza, así que estoy plenamente convencido de que la turbación no tiene parte conmigo. Gracias, mi Señor y Salvador Jesús; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

Follow by Email
Instagram